30/5/09

En previsión de mi muerte, hago esta confesión: desprecio a la nación alemana a causa de su necedad infinita, y me avergüenzo de pertenecer a ella.

29/5/09

Bobero & Descuido.




27/5/09

¿No seré uruguayo?

26/5/09

Retroceder nunca, corregir jamás.

23/5/09

Karl María Von Susvín




Se conoce poco sobre la doctrina del General Susvín y menos sobre su vida y obra, se lo cree un personaje mitológico-sintáctico (Saítta ob. cit. p. 395 passim) de la cultura popular argentina. Al contrario, la táctica fue el fuerte de este militar de origen prusiano que luchó con éxito impar en la Independencia Nacional. Más que un gran estratega, el General Susvín fue un genial táctico, fundador de una especie de corriente oblicua en la historia moderna del arte de la guerra, una especie de anarquismo marcial, de todo vale militar. Conozcamos algo de la historia de este enigmático militar que inspiró a tantos hombres de acción y sobre quién, un reconocido lector suyo, el General Perón, supo consignar: “Susvinistas… susvinistas somos todos”.




Karl von Susvin en sus primeros años en la milicia.


Personalmente comprendí desde muy chico el mensaje susviniano, que tanta simpatía despertaba en nosotros cuando éramos escolares. Lo que yo nunca entendía era aquello de “La enseña que Belgrano nos negó”. Si Belgrano había inventado la bandera nacional ¿por qué nos la había negado? ¿O qué era lo que Belgrano nos negó? ¿Una enseña? O sea ¿una enseñanza? ¿Acaso la de la Doctrina Susviniana? Misterios que rondaban por mi cabeza en aquel entonces y en la de mis compañeros seguramente también.



Estatua anónima en Baviera en la que algunos reconocen a la esquiva figura de este general prusiano-rioplatense.


Karl von Susvin nació en Breslau, Silesia en marzo de 1782 en el seno […]”

No quisiera cometer el lujo de hacer un burdo chiste con esto: el único fragmento biográfico que sobrevive sobre Karl “María” von Susvin no nos permite desde luego inferir que nació de un seno aun cuando la obscenidad –si algo tiene que ver–, la anomalía el revés y el absurdo, lo han acompañado fielmente a lo largo de su historia y gloria postrera.

Susvin habría estudiado conjuntamente con la carrera militar una magistratura en psicología en la universidad de Baviera, en la que se habría graduado con su tesis “Über den Bruch der familiären Bindungen und Tochtergesellschaften” (“Sobre la Rotura de los Vínculos”) de la que sólo se conservan algunos fragmentos y dudosas referencias posteriores en forma de citas.

Susvín concebiría la rotura vincular como “el pico mayor de la libertad humana”, “el parto perpetuo”, “la partera de la historia”, “hybris fundamental de la expansión perpetua de la voluntad de poderío y como instancia individual-social indispensable en todo emprendimiento de conquista”, “paso previo de toda penetración final” (en "Sodomize einen Barbaren" [1]). “La rotura vincular en el soldado y en el enemigo como la instancia inicial y necesaria en vistas a la rotura final de la victoria” (“Hinten und Sorge”, Trad. “Retaguardia y Cuidado”). Susvín distinguiría distintas dimensiones roturales: 1-rotura espistemológica, 2-rotura moral, 3-rotura vincular, así como “rotura del myself y de la integridad sexual en el enemigo y en las propias filas” (en su única novela, “Die Armee Eroberer”, “El Ejército Invicto”), ya como formas de control y formación pedagógica ya como política de desmoralización final del enemigo caído y desahogo y venganza en las propias columnas. Dada su conservación fragmentaria, habida cuenta de lo visceral de su objeto, su doctrina se ha prestado a infinitos malentendidos y sobrentendidos y a interpretaciones de todo tipo. Hoy Susvín sería más que nada considerado como “el gran teórico de la desvinculación general y del derecho a la disposición del cuerpo del enemigo derrotado” (Michel Foucault, “Machiavelli, Von Clausewitz, Susvin”).

21[108]

En la guerra vale todo y el general triunfador tiene derecho a disponer del […] adversario”.



“El que pierde con Susvín pierde dos veces” era la frase más escuchada en la Alemania de su época. “Al amigo le doy todo –habría dicho Susvin–...al enemigo ni justicia ni el invicto”.
Las razones por las cuales Karl von Susvin fue condenado al ostracismo son ignoradas, su apología de la falta de límites fue denostada por los humanistas, así como el adagio “al amigo todo” por él acuñado fue víctima de las peores sospechas.
Tampoco nada se sabe sobre su arribo a la Argentina, ni sobre los eventuales servicios prestados a la causa de la Revolución. Moreno Monteagudo y Belgrano se supone que fueron devotos lectores de sus obras. Su nombre ha sido borrado de la historia patria y de la gran historia del pensamiento universal, aunque de alguna forma siempre se filtra, y la gente, involuntaria equívoca siniestra o maquiavélicante, lo invoca a coros.
La influencia de Susvín se ha extendido a diversas ramas de la acción humana, no sólo en nuestro país, sino universalmente.







"Susvín toma mate después de..." de Prilidiano Pueyrredón.



Bibliografía accesoria:

Barthes, R., “La relación textual no existe”

Bayer, O., “Susvín, prócer de la disrupción nacional”

Lamborghini, O., “Susvín… una introducción

AA.VV., “La Dialéctica del Amo y el Esclavo en Susvín”

Anónimo, “Estrategia y doctrina por el general Susvín”

García Hamilton, J., “K. von Susvin. ¿Patriota o qué?”

Peralta, F., “Masonería y Sadomasoquismo en las Guerras por la Independencia”

Deleuze-Guaymallén, “Susvín con Sade”

Abraham, T., “Pensadores Bajos”

Mitre, B. “Historia de Susvín”


El famoso "casco susviniano" de utilidades diversas y previsibles.











[1] “El onanismo es la continuación del coito por tus propios medios”.

20/5/09

Ontoantropología en Luca Prodan



El que manda se vuelve esclavo del esclavo.
W.G.

Mejor no hablar de ciertas cosas.
L. Witgenstein

Nitimur in vetitum
: bajo este signo
vencerá un día mi filosofía.
F. Nietzsche

Luca Prodan engañaba a unos tontos colegiales.
Tecno es verdad.








La onto-antropología del italiano nacional Luca Prodan es una de las más poderosas del rock argentino. Prodan postuló una metafísica del Wille – el querer – en la tradición de Arthur Schopenhauer. Éste Schopenhauer reconoció tres móviles – como se dice – en la naturaleza humana o como se llame: el egoísmo la maldad y la compasión. La ontología de la praxis de Prodan es más compleja, reconoce tres tipos de Wille algo menos previsibles, obvios:



1) el deseo de bandera (a lo que corresponde el atributo “planchadita”),

2) el deseo de mamadera (a lo que… “calentita”… o calientita),

3) el deseo de cruzar con la barrera (como deseo de “que me pisen”).




Se podrían traducir como la voluntad de pertenencia a una tribu – la Nación, el Under, MTV, el Pueblo Elegido, el Parnaso de las Stars Rock Pampeanas… -, algo que puede oscilar entre el zoón politikón y el fascista promedio; la perpetua busca de la madre perdida, infancia placenta y paraíso, la media naranja, la esfera de Aristófanes, el retorno a lo inanimado etcétera; y por último algo así como la transgresión, la hybris y también – que no es lo mismo – la pulsión de muerte, la pérdida sicótica del principio de realidad, la temeridad, o al menos su simulacro rocker: el “yo quiero ser un héroe” formulado por Juanse. No hace falta igual buscarle paralelos o traducciones en las nomenclaturas de las teorías prestigiosas del saber mundial extrarroquero. Sólo por las dudas…

Si a esto le adosamos aquella tan famosa repostulación de la ambivalencia, de la ansiedad – el saldo de la baja de Dios según más o menos Calamaro y el mismo Juanse, que establecieron aquella dualidad religión/ansiedad -, de la pasión inútil, del sin objeto de la pulsión, de la Drang froidiana, de que los débiles dominan a los fuertes – sofisticación de la Dialéctica del Amo y el Esclavo de Hegel comparable a los aportes de un Nietzsche - y así: “no sé lo que quiero pero lo quiero ya; si fuera tu esclavo te pedería más”, estamos ya a las puertas de un sistema, de una comprensión del mundo y una episteme. La filosofía metafísica del consulado italiano encuentra por fin su pensador de las cosas finales en Prodan no en Rodolfo Mondolfo o Beppo Levi.

En efecto ¿Qué quiero ya?: ¿A mi bandera? ¿La mamadera? ¿Cruzar con la barrera? Ciertamente: el triángulo anedípico prodaniano no deja lugar a la madurez en la subjetividad; estamos condenados a la libertad patológica. Prodan no es Lacan ni Germán García, no promueve la gloria del Neurótico como modelo y ejemplo, más bien todo lo contrario.

Para trasladar esto del Querer a una filosofía del Ser y hablando del no a la madurez y ya que no sé qué quiero, terminar citando a tío Gombrowicz en una de sus más queridas máximas: tampoco sé quién soy


“pero sufro cuando me deforman”.



“Así, sé al menos lo que no soy”.


“El artista no razona, se libera”.




Hasta acá llego yo. Nunca haré la ontología de Los Piojos.


19/5/09



El empobrecimiento, el alimento de la literatura.


¡Menem!

18/5/09

Aira debería escribir blogs para que empecemos por sus finales.

17/5/09

Tengo un Vicio: Escuchar MP3s de Litto Nebbia Mientras Duermo









Si, es cierto. Y hay que admitir que si no pude nunca llegar a ser original como artista, lo logré bastante con mis vicios. No conozco a nadie con esta patología. Dormir con música sí. En mi caso lo importante es, no sólo sugestionar al sueño, adecuar al organismo con una última experiencia de vigilia que favorezca el tránsito en el cambio de estado. La percepción de la música a esa hora y en ese trance, per me al menos, es sumamente intensa: a la vez lúcida y emotiva. No hay lugar para la histeria del fan ni para la indiferencia del escucha de hotel, “la música funcional”, o de ese escucha diurno, el arquetipo del que pone música de fondo. Y cuando la cosa es con auriculares es aun más ineludible. No sólo es más fácil conjeturar un intervalo o discriminar una corchea con puntillo de una negra. También – lo que es mejor – se activa algo del orden de lo que mi tía llama “la inteligencia emocional”, si es que a esto se refiere. Pero me interesa – interesaría – el cómo opera la música bajo el hecho en acto del dormir y el sueño, y lo mejor de todo: los pequeños despertares que hay en medio de la noche (si es que es noche), y las audiciones en estados intermedios entre supuesto sueño y presunta vigilia. Una lucidez y agudeza huidiza y olvidable que muy pocas veces ocurre a las 4 de la tarde. Es un proyecto hedonista y altruista: generoso en todo sentido, porque lo que busco en esa busca de percepción especial es una fruición privada adosada a una voluntad de plausibilidad, de felicitación de texto obra y artista. Quiero creer en esa música. Ahora: ¿por qué Litto Nebbia se convirtió en mi preferido en esta instancia? Difícil de explicarlo y entenderlo. Por qué se impuso sobre Pink Floyd, sobre John Cage, sobre Satie, sobre Soda Stereo, sobre Los Twist, sobre Dino Saluzzi, Juanjo Domínguez, Spinetta o García Lange, Leguizamón o Ramírez, Salgán o Troilo-Grela, Harrison o Haendel, Jamiroquay o Red Hot Chilli Pepers, Prince o Andy Summer, Richard Bona o Norah Jones, Jarret o Café de Mar, Django Reinhardt Salinas o Stanley Jordan, Grapelli o Teté Montoliú (tres cosas: o me gusta que crean que soy culto o que soy amplio y plural o me gusta este invento tan manoseado de Rabelais), el MP3 de música cubana o el de música iraní, Michel Chion o Ligeti, Terry Riley o “Gritos y Susurros de las Vanguardias”, Vitale-Baraj-González o Los Abuelos de la Nada, Cumbo o The Rollings Stones, Luciani y la Tropa o George Benson, Pascoal o Les Luthiers, Evans o Coltraine, Laurie Anderson o Keith Richard, Lennon o Los Palmeras, Madonna o Tomatito, Color Humano o Silvina Garré, The musik of Friederich Nietzsche o María García, Ellington o Ravel, Hernán Navarro o GIT, Heavy Tuba y John Sass o Joan Manuel Serrat, Debussy o José Cura, Rada o Virus, Bobby Mc Ferrin o Joan Gilberto, Gotan Proyect o Vadalá, Metheny o Martirio, Sandro o Syd Barret. Charlo Hugo del Carril Riff Coniglio Band o el murmullo del inodoro. En fin, por citar algunos al calor del azar. ¿Por qué? Un tonto o un genio, ambos son originales. No sé bien qué es la música de L.N. pero original es seguro. Tiene cierta complejidad y cierta data pero también un desparpajo de improvisación y arreglería entre estrafalaria y de ikebana. Creo que sé lo que es. Igual se lo voy a preguntar a Fito Páez, que toca mejor el piano que yo que nunca tuve ni un Casio ni ganas de estudiar nada. Es que Spinetta y García son músicas que cierran, cierran demasiado. Timbre e intensidad, pedales y montajes, consuelos de consola. Incluso en las letras. Hasta en sus recursos al capricho al facilismo o al delirio y el pifie, todo eso y cierran. Como un clásico. Son un Poe, un Borges un Pizarnik. Un Freud. O como un obseso. Pero a éste Nebbia parece que no le importa nada, llena de garabatos, anota versos, se manda al piano sin fin, corta y pega al tanteo o no sé, si bueno o malo, si lo prefiero despierto o dormido. Y a riesgo de perder el agotable sex appeal que me quedaba. Pero sí, cuando viene ella pongo Cerati.

Litto es “mi vicio”.









14/5/09

Allá a lo lejos lo veo, es él, lo veo y pasar: un auténtico duelista paranoide - demodé -.


12/5/09

Tractatus






1. Si A es A o no qué me chupa. Hoy estoy en otra.
1.1. Da lo mismo.
1.12. ¿Si?
1.123. Bueee…
2. No llueve.
2.1. Hoy
2.12. O sea hoy no llueve.
2.123. Quiero decir ahora.
2.2. Ahora estoy sentado frente a la P.C.
2.21. Y en una silla, como suele suceder en tantos casos.
2.213. Es giratoria.
2.2134. Y negra.
2.2134. La compré el año pasado porque la que tenía ya estaba vieja y era bastante berreta; me gusta más esta.
2.2134. Es negra.
2.2134.1. Ah, ya lo dije ¿no?
2.21345. Hay en general sillas negras.
2.3. Me fui a la mierda, me fui de tema.
2.31. ¿Tema? ¿Tengo tema?
2.4. ¿Es esto una pregunta?
3. Yo la amo y ella me ama.
3.1. Ojo: no me refiero a mi silla, sino a mi novia.
3.12. Se llama Carmela.
3.123. Mi novia no mi silla.
3.4. Bueno… a ver… esperen…
4. Algo va a ocurrir.
4.1. Digo: algo se me va a ocurrir.
5. Mucho, lo que se dice mucho, para decir no tengo.
5.1. Encima se me está como durmiendo la mano.
5.12. … la izquierda, la mano izquierda.
6. Esperen. Sueña el teléfono.
6.1. Uh, me salió poético… pero quise escribir “suena”.
6.12. Es que no miro las teclas cuando escribo, ya estoy muy avezado en esto.
6.123. … bueno… voy a atender eh…wait.
6.123.1. ESPEREEEN!

7. Cortaron.

7.1 Y si… igual ¿quién podía ser? La misma de siempre. El mismo de siempre…
7.2. A lo mejor era el plomero, que tiene que venir mañana.
7.23. Porque me pierde el caño del bidet.
7.234. O sea que cuando me lavo el culo se chorrea todo. Se me moja el baño.
7.3. Y ni hablar de las patas. Ya no me puedo lavar las patas.
7.34. Igual es una mala costumbre eso de lavarse las patas sin bañarse.
7.345. O me baño o nada.
7.345.1. Bueno, a veces – de urgencia – me las lavo en el lavatorio.
7.345.12. ¡Hay que ser alto, eh, para eso! ¡Y elástico! No es moco de pavo.
8. En fin.
9. ¿De qué se puede hablar?
9.1. Bueno: hablar lo que se dice hablar no porque lo que estoy haciendo en realidad es escribiendo, ¿no?
9.12. No confundamos hablar con escribir, por favor. ¿No leyeron a Derrida, loco?
10. Soy canalla. (De Central hasta la muerte).
10.1. N.O.B. PUTO.
10.11. No te la bancás.
10.112. Cuando vayamos al Parque…
11. Aguante Soda.
11.1. Y Babasónicos.
11.2. Bueno, no voy a especificar todos mis gustos.
11.3. Además, dice Tabarovsky: hay que acabarla
con eso del gusto.
11.31. Esto no tiene nada que ver con la autofición o escrituras de la vuelta al yo, nada de eso. ¡Es un Tractatus vieja!!
12. El teléfono otra vez. Esta vez no atiendo.
12.1 ¿Para qué llaman si cortan?
12.12. Ya a esta hora me hincha que llamen, porque saben que escribo y me joden igual, saben que a esta hora me pongo a escribir Tractatus y no les importa un carajo, llaman, tocan el timbre, vienen con sus boludeces, que la mujer los echó de la casa, que no bancan al hijo, que si te gusta y te parece que va a andar este nuevo poema que escribí, que me gustaría conocerte, que de la rifa de la policía, que de los recolectores de residuos, los mormones, que hacer la lectura del medidor, que “¿no necesita escobas doña o un balde?”, que hijo de remil puta salí que te voy a recontracagar a puñetes, vos sos el hijo de remilputa que se curte a mi esposa la concha de tu madre, que “soy tu madre, abrime”…uf.
13. La vida… la vida. Es insoportable.
14. El diablo son los otros. Yo es otro. Esto que estoy diciendo es mentira. Todos los atenienses mentimos. Perón cumple. La casa está en…. El ser es y el no ser no es. De lo que no se puede hablar hay que callar.
14.1. ¡Váyanse todos a cagar!!!





11/5/09





Hegel dixit/me como un Guaymallén bien pulenta./ O si no/Hegel dixit/un Bubaloo, pa pasar el rato/Hegel dixit/por el polvo Ala, por el Ódex/ ¡que soy peronista!/¡peronista y punk!





A mis papis:


10/5/09

Un hincha de Ñuls va al sicoanalista. Un hincha de Central toma el Rivotril de Peressotti.

6/5/09

Yo tuve la mejor flor.
Pero no. Mejor no hablar.

5/5/09

“Experimentar la vida desde cada plagio”.

4/5/09

Era mejor no escribiendo que escribiendo.



-La vulgaridad es un lujo-

Susvín... rompió


Foro fáustico-Kitsch de miseria a la filosofía, viveza epistemológica, patafísica nacional popular, metafísica nazianal pop, crítica en estado clínico, antipsicoanálisis en pantuflas, boludeces con criterio empirista de significado cognoscitivo, dadaísmo tragicómico, popestructuralismo de protesta, poemas platónicos, deconstruccionismo chabón, tango rolinga, paranoia ontoteológica, solipsismo de izquierda, falogocentrismo a martillazos, martillazos al falogocentrismo, esquizoanálisis microfascista, fenomenologías del transmundo, freudomarxismo new age, pragmatismo del reviente, pensamiento poco, yoísmo ayoico al pedo, hedonismo allende el principio del placer, diogenismo del doble discurso, cristianismo con Sade, say no more sin Tractatus, partuza del pensamiento abstracto, vitalismo funebrero, antifilosofía antipoética, surrealismo silogístico, peronismo gorila, menemismo progre, palo a la argentinidad y argentinidad al palo, rocanrol ello, existencialismo menefrego, hegelismo anarcodeseante, cross en la mandíbula a Kant.




Un idiota que reclama que le sea reconocido un saber...