29/4/10

En la fisura figuro. Ni amor ni trabajo ni consuelo. Sólo editor. Y red.

26/4/10

24/4/10

  • Estructurar un eructo

20/4/10

PARA UNA ACADEMIA INFORME




Todo, que teniendo que ver con todo…



Hay personas que tienen algo que decir. Por ejemplo: dos cosas. Tienen dos –generosos seamos: ¿tres, cuatro?- y avanzan con eso. Las tienen desde chicos quizá. Antes de los veinte más o menos ya las tenían. Y bueno… van a seguir toda la vida teniéndolas. Se diría: harán carrera. Carrera con eso. Se aferran a esas dos (llamémosle 2, pueden ser 1 o 4) y le dan para adelante. Llegan muchos al punto de creer que son “teorías”, ¡y teorías propias! Conozco un caso. El caso. Sin embargo, la encantadora e intransmisible experiencia de no ir a un taller literario puede más que cualquier placebo ordinario en gente como uno, y se ofrece como un dichoso jardín para la vida, y quizá, y quizá incluso por eso, no pueda contarlo. Quizá yo también tenga algo que decir. Pero tal vez, acaso, quién sabe, por ventura, quizás no quiera contarlo. Tal vez, acaso, etcétera, no sea lo mismo tener algo que decir que querer contar. De más está decirlo, hay gente que tiene que decir que no tiene nada que decir, aun cuando decir no es contar, y hay gente que incluso se dedica a contarlo. No quisiera insistir. Existir me basta ¿me basta existir? Por ahora soy eterno, cierto. Me dormiría en esa frase y eso que no es mía. Pertenece a la metafísica de Hugo Gatti, un arquero estrafalario que había en mi niñez que hacía poses raras y al que he visto fugar de su propio arco con la pelota entre los pies eludiendo adversarios hasta la mitad del campo: tu silencio surrealista sin embargo no dice nada, con embargo menos. Si la filosofía no tiene objeto ¡qué hacer? Literatura, ciencia, guita… Mi lector es una maqueta… Acertar no es sólo pensar mal; a veces hay que apuntar al ángulo. Errar no es marrar, los arcos no tienen cuatro lados (Heráclito) y es cierto: es imposible apuntar a un ángulo. ¡Aritmética, álgebra, geometría! (Ducasse). Yo, informe para una Academia- aunque sufro cuando me deforman- encontraré mi manera (al menos manera) de entrar a la Academia, con los pies para adelante o así sea sin cuerpo, a la manera de una psique, de una psique que no sabe geometría, aunque consta que sé distinguir un rectángulo de una tangente, y aunque no soy su creador más o menos claramente comprendo el concepto “volumen de juego” (D. A. P.). Los arqueros griegos tenían una palabra: “hamartia”. Yo aconsejaría apuntar al vértice. Apuntar al arco, pero al arco en serio, ese chiquito que se traza desde el punto que es el vértice… Es mi debilidad por el positivismo lógico, andar siempre con una birome roja corrigiendo a la gente, que si la gente y su pudor, su poder, me prohíben la metafísica, seguiré con el lápiz rojo, me haré llamar “filósofo del lenguaje”, pretor. Un consuelo. Una cita más (Benjamin): cuando no hay más experiencia no hay consuelo (ira hay). Que todo tenga que ver con todo. O peor: para un significante no hay nada mejor que otro significante. La vida, y misma, como “arco narrativo”. Arte de la incuria en definitiva el arte de la injuria –escribir-… el mentado efecto stormtrooper amamanta al argumento. La vida no es un argumento, aunque es un arco narrativo (tema: trauma) en la cancha del Otro…uf [tan, tan mal escribo…]. Uno suelta las paredes de la física, suelta la cuarta pared, escribe desde el púlpito, para nadie pero en público, en la popu. Cuando el realismo mira a cámara, el idealismo sucio lo penetra todo, bah, las espesuras de la nada. Tala en definitiva la nada, aunque después se ponga a barrer, solícito, los escombros que demolió. Quien no soñó con una prosa poética menos soñó con el piedrazo a la pantalla. Pero la encantadora e intransmisible experiencia de no ir a un taller literario… pero tu silencio surrealista… si la filosofía no tiene objeto… Siempre, siempre llegan los lectores, estés donde estés, incluso entre ellos, en medio de la barra, o en el pico del Tupungato, o embozado en la –ambigua- selva, para arruinar la fiesta del pensamiento Abstract. Si no de chanfle de puntín, pero seré –también, en fin- el autor de mis goles.




Anónimo dijo...

Al intertexto metételo en el c… ulo. (¿El Lector?)

11:56 PM, abril 20, 2010





17/4/10

16/4/10

Otro día + de poesía subtitulada.

14/4/10

Hedonistas somos todos, Onfray.

12/4/10

DE LA PROHIBICIÓN DEL INSECTO

(Cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor)


Una eternidad
esperé/ este instante…


Hace unos meses vi en medio de la calle, en el sur, por Avenida del Rosario, caminando inconmovible sobre el asfalto a un cardenal, no un alto funcionario de la Curia Romana abocado a elegir al Papa sino al mero pájaro. Hacía años que no veía a una de estas aves industria argentina en la ciudad, probablemente todos los años que llevo encima de nacimiento. Y algunas semanas después trotando en los alrededores del Gabino Sosa vi a un pajarraco enorme, también con copete, con unas patas muy largas, pero todo gris, de alrededor de 60 centímetros. Una suerte de tero-garza, ni idea de qué era, pero desde que colapsó el zoológico jamás volví a ver dentro del ejido urbano un objeto de la ornitología lugareña de tamaño similar. El pensamiento occidental ha medido siempre al hombre entre Dios y el animal, la idea de animal político o animal racional, de griegos a modernos, contempla esta categoría de mixto. Bien por ellos. Así continuando con la serie, de apariciones callejeras circunscritas a la zoología teológica, antesdeayer vi en mitad de la vereda, en plena República de la Sexta, a una mantis religiosa. Enorme, impertérrita, ajena al paso ágil de mis 44 que podrían haberla aplastado si cierta idea de reivindicación genérica –misoginia como deseo no-humano, darwinismo de género- no se me hubiese olvidado por culpa de mi apuro laboral o doméstico. Tenía el lomo tatuado con un dibujo más o menos en forma de círculo color azul flúor a tono con la gente que quiere meter miedo deseo o llamar la atención. Yo soy de los que –todavía- dejan que la ropa roce la piel directamente; entre ambas solo aire, o tufo. También cada dos por tres aparece en mi hogar una lagartija casi traslúcida, de un tono muy claro con gusto a plástico (no soy de chupar reptiles pero existe la sinestesia hipotético-deductiva en el mundo). Tienen dedos con grandes terminaciones bien redondas y parecen de la antigua industria taiwanesa. En poco se asemejan a las que había en los jardines de mi tierna infancia, que eran verde oscuro y tipo iguana. Cuando las agarrabas perdían la cola; pero se iban, mutiladas pero airosas. En cambio el mamboretá, dios santo, acoge una metáfora adversa: no pierde la cola: te arranca la cabeza. Y por el tamaño debo suponer que era hembra, ya que son más grandes que el macho y también se tatúan. No una mariposita a la altura del coxis sino una hendidura tumbera. Este insecto en desleal pose de plegaria, como se sabe, aterra al peatón bueno y valiente por su símil sociológico. Dios sabrá porqué andaba merodeando la zona liberada de la Ciudad Universitaria. Tal vez salía de departir cháchara fundamental en un congreso Queer o Barbie bajo probable auspicio del municipio. La deliciosa y laica palabra mamboretá es guaraní. Dicen que significa ¿Dónde está tu pueblo? Una frase o sintagma extraordinario que podría fundar una sociología incluso sexual. Que podría sustituir a otras Grundfragen de tipo falocentrista al estilo “¿Qué quiere la mujer?”

¿Qué quiere una mantis?

Según el delirio empírico-positivo de la biología contemporánea parece que quieren
“maximizar su éxito reproductivo al estilo Robespierre”. Pioneras del jacobinismo literal de género tienen sus seguidoras dentro del antiguo segundo sexo allí donde las paralelas del feminismo y las femmes fatales se tocan sospechosa, sáficamente. Van más allá del principio humanista de la castración llevando hacia la locura de la acefalía. Criaturas mutilantes de Hobbes, lobas del hombre, llamado por los griegos aner agathos kai andreios: macho bueno y valiente, pechito argentino. En Atenas no pasaban de amas de casa, sin jubilación específica ni aspiración ninguna a la gran isabelíada –ni reservada a las hetairas-: llegar a presidente.

Hay quienes piensan – no sé si el cool Cerati por ejemplo (“hipnotismo de un flagelo/tan dulce”)- que el insecticidio debería ser la prohibición fundamental de la cultura. De hecho ni Lacan, Perón –a un millón de años luz de Kafka-, hablaba en alguno de sus libros del hombre contemporáneo insectizado (“Eva, Nunca Voy a Ser un Superhombre[1]”). A Deleuze, que era un buen tipo, le hubiera apasionado la historia nacional del devenir mamboretá (“¿dónde está tu pueblo?”). La salud como literatura, como escritura, consiste en inventar un pueblo que falta. Cito sin comillas su frase célibe. El mamboretá macho, abdicando ante “complicidad o conflicto”, como un cafquiano animal fabuloso, perdón –perdón Borges-: fabulador. Deviniendo escribiente. Se trataría de un partenaire cortejador que aun adivinando el parpadeo tiene miedo del encuentro. Aquel borgeano horror a la cópula y los espejos, a perder la cabeza por reproducirse. “Preferiría no hacerlo”.

Ah... tomate el tiempo en desmenuzarme… “La vergüenza de ser un hombre –no escribió Dolina-, ¿hay acaso alguna razón mejor para escribir?”

Todo al quiasmo. La vergüenza de ser un escritor, ¿hay…






[1] Eva durmió/ al calor de las masas.

10/4/10

Déjalo al Cyborg si quiere ser ludita, él tampoco sabe lo que hace.

9/4/10

. lucha de sordomudos
· mujeres en el barrio
· lesbianas húngaras
· gallos híbridos
· heterosexuales compungidos (o lucha de sábatos)
· dobles de filósofos
· etc…

8/4/10

Grafitis de interiores de exposición pública. Consúltenos.

7/4/10

Peso muerto (ensayo y artículo), press banca (novela y cuento), sentadillas (poesía)

6/4/10

UN CARLOVICH A LA SUIZA

(No toda es vigilia la de esperar al Mundial)



Si no puedes jugar en la selección,
goléala

T.F.C.



El conocido adagio de Tomás Macedonio Carlovich, no obstante su acento admonitorio, no parece conmover al pigmeo velocista oriundo de las ligas del Sur rosarino, aquellas que hemos sabido fatigar innumerables jugadores no de su estatura, hay que reconocerlo; pero sí mucho más altos. El sentido de la máxima del insuperable centrojás presocrático es de interpretación libre. Cierto que de momento Pulgarcito Messi no ha podido destacarse en la selección mayor, y cierto también que no ha podido destacarse enfrentándola, habiendo tenido que conformarse con doblegar a Estudiantes de La Plata – cuyo número 5 sí sea probablemente a la fecha el mejor jugador del mundo- y estallar insólitamente de felicidad. Cada cual al final encontrará su destino. Algunos no llegan ni a primera, pero si los viste jugar alguna vez, como si hubieras visto al Basilisco, te pueden poner mil enanos con un torpedo en el culo dribleando en 100 m. llanos que da lo mismo. Cuando uno gana los partidos solo, aunque le gane a su propio equipo, o sea aunque tu propio equipo tenga que perder para que ganes, y lo hace caminando y de taquito, todo el resto no es literatura: es Piojo López. En mi barrio cuando Menotti (quizá por ser del Norte), o el que fuere, no te llamaba, había una conocida forma de venganza: ser sparring y lanzar a Dempsey fuera del ring de una trompada. Menotti Bilardo y los que los siguieron comprendieron la humillación y se dedicaron a organizar ágapes amistosos solamente contra el Exterior. Messi tuvo hace poquito su oportunidad y prefirió el empate por omisión: en el penoso Argentina vs. Catalunya (léase Cataluña, no viquingos) optó por la abstinencia. Para después del Mundial –donde la Argentina geo-históricamente es el candidato número uno (algo que otro día revelaré)- Maradona prometió venganza en pleno/a Rosario. La selección volverá a jugar en el terruño que vio al glorioso tándem Carlovich-Kempes. Para su desgracia no estará en el arco rival el rosarino Chupete Quiroga. Para su suerte tampoco estarán enfrente ni Kaká ni Tomás Felipe, quien esperemos que sea designado como técnico, una honra que la ciudad le debe.

¿Se abstendrá otra vez Messi o aceptará ser dupla con Bezombe?


En definitiva, hay jugadores que para llegar a ser llamados El mejor del Mundo, no tienen ni que salir del barrio, y hay jugadores que para recibir igual mote necesitan, no irse del mismo barrio, sino no jugar en su
Nación, que es peor. Nadie es Messi en su propia tierra, ya se sabe… La solución al parecer la encontró Ángel Cappa: “Messi –un abuso de las estadísticas- debería fichar en el Mundial para los cantones suizos”. “A diferencia de Maradona (un correntino de Fiorito), Messi sí es un auténtico europeo nacido en el exilio”.


-Si no puedo llegar a ser como el Pelusa –piensa Lío como contrarrestando a aquella máxima
del principio-, seré entonces como Georgie…






[T.F.C., precursor del "Fiord" y "La Causa Justa"]




-La vulgaridad es un lujo-

Susvín... rompió


Foro fáustico-Kitsch de miseria a la filosofía, viveza epistemológica, patafísica nacional popular, metafísica nazianal pop, crítica en estado clínico, antipsicoanálisis en pantuflas, boludeces con criterio empirista de significado cognoscitivo, dadaísmo tragicómico, popestructuralismo de protesta, poemas platónicos, deconstruccionismo chabón, tango rolinga, paranoia ontoteológica, solipsismo de izquierda, falogocentrismo a martillazos, martillazos al falogocentrismo, esquizoanálisis microfascista, fenomenologías del transmundo, freudomarxismo new age, pragmatismo del reviente, pensamiento poco, yoísmo ayoico al pedo, hedonismo allende el principio del placer, diogenismo del doble discurso, cristianismo con Sade, say no more sin Tractatus, partuza del pensamiento abstracto, vitalismo funebrero, antifilosofía antipoética, surrealismo silogístico, peronismo gorila, menemismo progre, palo a la argentinidad y argentinidad al palo, rocanrol ello, existencialismo menefrego, hegelismo anarcodeseante, cross en la mandíbula a Kant.




Un idiota que reclama que le sea reconocido un saber...