29/8/11


Si no lavás rápido la taza después de tomar chocolatada con cereales se te pegarán los cereales a la taza y gastarás más detergente o usarás la esponja de acero.


17/8/11

Dos efectos personales de Macedonio

“Escribir es el verdadero modo de no leer y de vengarse de haber leído tanto”


Dos rasgos definitivos de la escritura según Macedonio: como “venganza por haber leído tanto”, y como forma de no matar. La escritura es la sustitución del crimen, o su forma gramatológica; es lo que se recibe a cambio del suspenso de la agresión o de deponer las armas. Con la violencia metafísica de la escritura se subroga la violencia efectiva, física. Metafísicamente, el otro, y su otro –el yo- se exterminan para que físicamente sobrevivan. En Macedonio ese aniquilamiento tiene una forma de empatía común, ternura e hilaridad montadas sobre la indiferencia –o pura diferencia- de la afección, porque todo lo que ocurre es afección y los afectos son fenómenos inubicados, en un estado de cosas o situación donde el yo y el otro son sólo figuras supernumerarias, espejeos, reflejos.

Un probable resultado de un ejercicio de la escritura como venganza contra la lectura –o al menos contra su exceso- es entender a la propia práctica literaria como –por un lado- metaliteratura y por otro y al mismo tiempo como parodia –parodia de la literatura-. Sin necesidad de dar una respuesta a por qué se lee, el hecho es que se lee y demasiado, y una forma de contrarrestar los efectos perniciosos de la lectura, es escribir, convalecencia de la lectura –auto o héteroimpuesta-, una forma de salud cervantina, si se entiende que la lectura como mal es lo quijotesco y la escritura paródica como salud es cervantina –esto es: antiquijotesca-. Un traslado de la posición de Quijano a la de Cervantes.

Es una manera de poder comprender –ya no refiero al caso Macedonio- un aparato literario superpoblado de alusiones eruditas e “intertexto” y demás actividades endogámicas pero impelido por una satírica voluntad de burla injuria risa e incluso de romper todo o incendiar ese inhóspito palacio. Ser una especie de Alonso Quijano punk o dadá. Por un lado la actividad criminal en el campo de la gramatología permite matarlos a todos –uno incluido, claramente- perdonándonos la vida, y por otro la literatura manifestándose como un borgismo eroto-agresivo y esquizo-paranoide. Podría ser un menardismo invertido que en vez que querer volver a escribir lo leído propone volver a leerlo como un método de borrarlo. Por lo menos de la propia memoria o cabeza.

16/8/11

PERSONAJE CONCEPTUAL DESCUBIERTO EN EL BAÑO DEL ENEMIGO




Sacar al artista del lugar de boludo
viene bien que traiga aparejada la circunstancia de ser menos un hombre que una dilatada y compleja literatura. Todo sea mientras no llegue un tipo predispuesto a meterse por la ventana de tu casa enfundado en la premisa de “¿Cómo será una persona que escribe así?” listo para escribirte por su propio encargo los 10 tomos de tu “autobiografía”. Uno puede arrancar a escribir desde cualquier parte, y terminar en cualquier parte. Por lo menos hay que intentarlo. Que sea un postulado. Un ejemplo a mano de la imbecilidad del público: cerrás después de cinco años una tesina sobre medio parágrafo de la Critica de la Razón Práctica de Kant, te abrís un blog y contás como cojés. Mañana te encerrás en un cofre y volvés a proponer a la escritura como una metafísica del onanismo o como solipsismo alienado confinado en el campo del otro. Refritás mitología de autor kafkiana con joyería neobarroca regurgitada como anacronismo deliberado. Pero por las tardes proponés autoficción post-autoral enmarcada dentro de un sistema de neosaberes de sociología con ingredientes de tecno-costumbrismo “sucio”. No hay problema. Mientras no lleguen los lectores.



15/8/11

MI ENFERMEDAD: NIETZSCHE, O: BADIOU CON LAUTRÉAMONT



A la inversa, conmigo no se llevará a cabo ninguna transmutación,

el malentendido no hincará el diente en mí.

Cometí el error de querer ser Lautréamont directamente,

como si el tiempo ya hubiera pasado

¿Y eso a quién le interesa? Estéril, abandonado,

atravieso mi posteridad como una completa nada

Diario de la Hepatitis


El estilo de Badiou, una provocación apuntando a la lápida de Lyotard. Todo parece parábola, cuento, relato. Una novela filosófica que se reescribe a perpetuidad. Un estilo de monotonía brillante esplendiendo en la luz solar del Gran Sentido recuperado. No los “mititos”, pequeñas cápsulas de fabulación confesional sin identidad que organizaba Fernández; son –en jerga cordobesa- mitazos. Con Badiou vuelve la filosofía después de Lacan. Como si el psiquiatra hubiese sido la última personificación plausible de la antifilosofía. Platón regresa a Hegel como se nota a primera vista en esa maravillosa prosa ontológica que encierra todo, en la que todo cierra, en la que todo se cierra, aduerme calma aquieta en la restauración de la filosofía como platonismo. Platonismo después de la superación de la metafísica, después del giro lingüístico, la destrucción/deconstrucción, después del hombre desaparecido, de la transvaloración de los valores, del imperio cósmico tripartito del cinismo el poema y los sofistas, de la muerte de Dios la desintegración de la certidumbre y el arresto de Seguro en la comisaría 5º. El Ser y el Acontecimiento es el Gran Libro-Almohada. Me duermo en él y floto haciendo suelo del cielo. La epopeya megalómana de Alain Badiou debería leerse como una reposición del confuso gesto de las Poésies del Conde de Lautreámont. Curiosamente, porque la gran batalla es contra el Poema, pero es en ese mismo texto uruguayo –llamado las Poesías- en donde se anunciaba el camino contrario a la convalecencia de Nietzsche, la cura del platonismo: se anunciaba, enunciaba, cantaba o contaba, la cura del poema –en este caso Maldoror (mal de Aurora, por otra parte) por intermedio de las matemáticas, de la luz, del clasicismo y del matema, por paródico o paradójico que sea (: “la poesía es la geometría por excelencia”). Con Nietzsche- en el relato de A.B.- se corona “la entrega del pensamiento al poema”. Uno de los actos terapéuticos en la convalecencia de la enfermedad-Platón. Sanarse del platonismo es curarse de la verdad ejerciendo el odio al matema: sólo sé que de geometría no sé nada, ni quiero saber. En realidad de geometría, sabemos todos, como enseñó Sócrates. En cuanto a la entrada en la Academia… es una cuestión de actitud, no de aptitud. Nada de Kafka ante la Ley. Como dice Say No More: entrás si querés… salís si podés.

“Es la verdad lo que es hoy una nueva idea en Europa”. Lo tomamos como un chiste: ontoteológico, omnipotente, ancestral. Un chiste lento es Badiou (“El teorema es bromista por naturaleza”). Es un síntoma, una reacción, como la de Lautrémont contra Lautréamont, como la de los poetas contra la poesía, como la de las multitudes de sofistas-oficiales que agolpa la universidad mientras esperan cobrar su sueldo de funcionarios-docentes del Estado. Un gesto tilingo, histriónico, glamoroso, un happening teorético más, la novedad siguiente, una performance cínica orientada a acabar con el cinismo como hacen las performances de los artistas para acabar con el arte. Un poema. Un poema mediando entre las Poésies de Ducasse y el Poema de la Naturaleza de Parménides. Con Parménides el poema es un ejercicio para salir del poema: su punto de llegada es el “descubrimiento” del principio de identidad: paso a ontología y matema. Con Lautreamont, en las Poésies, también, el poema es el ejercicio para salir del poema (Maldoror). Uno va hacia Platón otro sale de Nietzsche, preanunciando la “convalecencia” que peticiona Badiou (curarse de Nietzsche), habiendo trocado la anterior convalecencia (la cura de Platón, del platonismo) enunciada en Maldoror. Pero tal vez todo sea mucho menos épico, fortuito, accidental, inane como se testimonia en el “Perménides” de Aira que detalla cómo el inmortal inventor del primer principio de la lógica no era más que un millonario intelectualmente inoperante que para pasar a la posteridad a través de una obra definitiva contrata a un oscuro ghost writer meramente llamado Perinola, sinónimo de esferita, y sinónimo de bilboquet, top, trompo, balero y pasatiempo.

“Nada más natural que leer el Discurso del Método después de haber leído Berenice”.

12/8/11

DE UN SORDO A OTRO


SORDO UNO. Nosotros los socráticos derridiotas –también conocidos como: derridadaístas-, por lo menos los de mi barrio –si queda alguno- entendemos más bien lo contrario –o cualquier otra cosa- a lo que argumenta esta frase de J. J. Rousseau sacada de su Ensayo sobre el Origen de las Lenguas; esta frase que dice que “expresamos sentimientos cuando hablamos, ideas cuando escribimos”. Nuestro empacho en la tradición mayéutica, así sea la añeja mayéutica de la Perla del Once, nos lleva varias veces a sacar las ideas del simple roce con los otros en el simple terreno del habla. Como magos, mejor todavía, le sacamos ideas al contrincante verbal de turno cual si fueran conejos –incluso conejillos, hindúes-. En las afueras del texto (aunque no las hay) la deconstrucción también es un vicio provechoso. Cuando escribimos más bien es para sacarnos las ideas de encima. Si alguna quedaba, estorbando. Yo quiero estar liviano dijo el sabio.

SORDO OTRO.


10/8/11

(Melancólico)

Chot-art intervención en tres tonalidades
[macrocentro oeste]




[Tienda Charrúa -Ba. Belgrano]

5/8/11

PARA ACABAR CON LA VOLUNTAD DE ACABAR (el título... nada que ver)


Y para encajar todos los días con su identidad (de nuevo) los hombre-engranaje (¡ah Sabato!) de la cultura van del trabajo al terapeuta y del terapeuta a la casa: la vida ordinaria peronista les resulta poco o demasiado binaria. En el mejor de los casos le adosan el refuerzo del fiel Rivotril (deudor del Prozac antiplatonista con auge en los 90’s, que fue a su vez relevo del Lexotanil ochentoso y éste del Valium de la edad antigua) y se aferran a sus máximas como a un mantra o un príncipe de Holanda. Pertenecer es lo que cuenta, y seguir participando. La felicidad ja ja jajá. Pero que con esa “estética de la existencia” como cédula de identidad se invoque a Nietzsche…mmh…es raro. Habría que repasar lo que enunciaba éste sobre el hedonismo, ya el de la complacencia utilitarista –eudemonismo como ingeniería social-, ya el antiguo –el de la escuela epicúrea- que mejor sería que fuese llamado evitismo, evitismo del placer no del poder, evitismo para sí no para la Hélade o el Estado-. Evita, vive. Ni Bentham ni Epicuro ni Arístipo ni… No es que el intérprete justo de “Herr Zaratustra” haya sido George Bataille, con su compulsión a la hybris, el gasto improductivo, el histerismo del exceso, el morbo transgresivo, el porno teológico, no. ¿Quiero decir que es imposible ser nischeano –en el sentido de la gastada lacaniana: si Dios ha muerto, nada es posible?... Todo libro es de autoayuda (¡es una tesis!), de ello no caben dudas. Pero Nietzsche como prospecto es ilegible. No tiene instrucciones de uso, tiene contraindicaciones e infinitos efectos colaterales. Como la Biblia, dio para todo. Complicar, desear desear, algunos primeros principios de un par de vitalismos demasiado froidianos y franceses. Contra toda política de la felicidad, sea para la Hélade –el utilitarismo-, sea par lui-même y la souci de soi –epicureismo, aristipismo- y en lo impracticable de la impusión nischeana, la burla, la ironía, la megalomanía –por más leve que sea-, la voluntad de posar de interesante e incluso la instrumentación de todas las configuraciones posibles del resentimiento, aunque más no fuere del ¡resentimiento contra los resentidos! (una cosa es una contingencia otra una estructura), sirven –todo sirve- para componer una vez más el happening perpetuo, la gran performance sin público de la vida misma aun cuando no exista en ningún lado “afuera del texto” alguno. Hay aquella probable fórmula de Jasper Johns, que también podría ser una lectura ética de la impracticable ontología nischeana: el arte consiste en hacer una cosa, después otra, después otra, luego otra, des… ¿Pero quiero decir que Pomelo o la cinematografía de Fito es el auténtico legado cómico de la Wille zur Macht nischeana?


4/8/11

3/8/11

(Cba. Cap.)



-La vulgaridad es un lujo-

Susvín... rompió


Foro fáustico-Kitsch de miseria a la filosofía, viveza epistemológica, patafísica nacional popular, metafísica nazianal pop, crítica en estado clínico, antipsicoanálisis en pantuflas, boludeces con criterio empirista de significado cognoscitivo, dadaísmo tragicómico, popestructuralismo de protesta, poemas platónicos, deconstruccionismo chabón, tango rolinga, paranoia ontoteológica, solipsismo de izquierda, falogocentrismo a martillazos, martillazos al falogocentrismo, esquizoanálisis microfascista, fenomenologías del transmundo, freudomarxismo new age, pragmatismo del reviente, pensamiento poco, yoísmo ayoico al pedo, hedonismo allende el principio del placer, diogenismo del doble discurso, cristianismo con Sade, say no more sin Tractatus, partuza del pensamiento abstracto, vitalismo funebrero, antifilosofía antipoética, surrealismo silogístico, peronismo gorila, menemismo progre, palo a la argentinidad y argentinidad al palo, rocanrol ello, existencialismo menefrego, hegelismo anarcodeseante, cross en la mandíbula a Kant.




Un idiota que reclama que le sea reconocido un saber...