28/7/10

[odio tribal y tachado = arte involuntario -Centro-]

[Centro]

26/7/10

-Un poco de bonapartismo Völkisch no me vendría mal ¿no?

24/7/10

Deberían valorar mi esfuerzo habida cuenta de lo difícil que es entrar por la claraboya. Mucho más difícil intentarlo, ojo.

23/7/10



[Entre Tablada y La Sexta - Mudado]


[La Tablada II - Muro norte Gabino Sosa - ¡Cheeee!]







[La Tablada -palimpsesto de ascenso - Av. San Martín]

22/7/10

Ya no se suicida la poetita de mierda
_____va a la rave.

21/7/10

EL BLOGGER COMO TROLL



El Troll es la estrella de la Blogósfera y Comentarista Anónimo Homero. Quienes les abran sus puertas están condenados a convertirse en personajes secundarios. El Troll interviene, habla, con la impunidad del que calla. Introduce la lengua del enemigo en la lengua del ausente. Su aforístico arte de la injuria puede tirar a la mierda 2.500 posteos del pobre chamullero de pantalla. No subraya: tacha. Viene a ser como el Lector revertido. ¿A quién se le puede ocurrir darle voz y voto a un lector? Se deberían escribir, para probar, largas novelas intervenidas página por medio por puntuales Trolls. El Troll es un heredero liberado del lector insatisfecho, que tiene la oportunidad de expresar su sentimiento de estafa y repudio afincando su trinchera en el medio del texto. Por la figura del Troll el Lector malcojido se redime. Vejatorio o irónico, es el enemigo hospedado en casa. ¿Alguien puede no pensar como Gombrowicz?: “cuanto más torpe y estrecha es la opinión tanto más se nos vuelve importante”.

El enemigo es la anomia, ausente, anónimo, cagón ¡ese es el enemigo! ¿Quién le teme al adversario? El Troll huye con un arma entre las manos, su vigor es femenino, la fuerza suave, las habladurezas, la huída agresiva (W.G. de nuevo), el poder incontrolable del esclavo, del cobarde, el lado B de la democracia. El verdadero enemigo nunca está a la altura de las circunstancias.
Es imposible bajarle los dientes al Hombre Invisible.
El Troll es el Otro, Genio del Mal, es el Miedo. Es el Receptor-que-emite, el que te hace llegar tu e-mail sin RE:. Siempre existió. Todo va bien hasta que llegan los lectores. El que no escriba para el Enemigo, escribe para el Troll. El Troll es el Lector. Pero hay algo que es mucho peor: el silencio del Troll. Pobre de aquel que codee fuera al Troll. Pobre el que borre los comments. Pobre.




18/7/10


[República de la Sexta]

17/7/10

CONTRA CANAL (á): LA METAFÍSICA DE CORTÁZAR





Lo que en MF es pasión teorética, especulativa, en JC es pasión diletante por la erudición; en un lenguaje poco franco: donde MF pone verdad JC pone saber. Lo que en MF es pasión filosófica, en JC es pasión cultural.
El furor de MF por “la Mujer” es el furor de JC por París.
Una Maga es una recopilación de rasgos femeninos ya cristalizados por toda la historia científico-filosófica y literaria de occidente coronada por el surrealismo. En MF, aunque no supere del todo –o en nada– ese sistema obvio de conocimiento (¿quién lo haría?), es una actividad experimiental. Donde MF es cosmólogo JC es pedagogo.

Al leer a MF fascina leer una subjetividad patricia, el caso de una rarefacción hasta exquisita del universo semiótico de la oligarquía; al leer a MF también fascina leer la locura.

En cambio los escenarios de JC son tan pequeñoburgueses… Rayuela es el error de megalomanía de un cuentista maestro autoubicado en el lugar del escritor total, mayor, experimental, integral, que se propone la novela absoluta, al menos versión regional. Pero uno era un loco genial, lumpen cultural de élite, escritor equívoco, protoplasma de literato, científico autoproscrito, el otro un gentleman cultural, pequeño-burgués económico, un aristócrata exclusivamente epistémico, de código, un traductor: un importador, y un escritor profesional, normal, oportunista, talentosísimo, buen crítico, buen ensayista, articulista, cuentista experto e inventor (“innovador”), cultísimo, buen humorista ubicado en la mejor tradición del “suelto” argentino, la obra menor, como cuentista obrero-empresario, como escritor menor gran improvisador, como intelectual literario, casi filoso. Como autor total, como Grande (la mayúscula la saco de los traductores de Seix Barral del Diario de WG), un fiasco, un fiasco equivalente a su éxito. El lirismo melanco y grafomaníaco de Rayuela es el anticipo de lo peor de Cortázar. O sea de aquello que lo impregnó todo y lo cuelga hoy del canon Canal (á). Cortázar rasurado de Poe y de Jarry, de Michaux y de Littèrature, de Kafka y de MF, convertido al falso neocostumbrismo sicobolche y al neosencillismo cool. Parece imposible leer Rayuela sin leer la descarada voluntad de alta cultura de la media clase media nacional.
Otra cosa son las espesuras de la nada.

Son mejores las novelas de Sabato.

No pretendo formular la exposición de ningún hallazgo para sumar al consenso al que tanto aportaron los Piglia, los Aira, los –más acá en el tiempo– Casas. Se trata sólo de un ajuste de cuentas con el Taller Literario Para Señoritas de Mi Barrio.

14/7/10


[Echesortu III]
[Echesortu II]


[Echesortu]

13/7/10

LA VIDA Y LOS RASGOS CIRCUNSTANCIALES

(Sobre una repugnancia y un lugar común en César Aira)



Aira es un escritor que nos suele tomar de boludos a sus lectores. Hace bien, ya decía Gombrowicz que al lector hay que tratarlo sin ninguna deferencia por si acaso. Con un lector nunca se sabe. Todo anda fenómeno hasta que ellos llegan, ¿no?[1] Y la tarea del artista – siguiendo el lineamiento Lamborghini – es salirse del lugar de boludo en el cual la sociedad o algo por el estilo se complace en ubicarlo[2]. En realidad Lamborghini envidiaba la locura[3], de ahí esos imperativos que, hay que decir, por lo general lo que las instituciones y la clase media ilustrada suelen denominar artistas, por lo general, no siguen. Más bien uno que hace normalmente de artista sabe que hacerse el boludo, al contrario, es el camino más eficaz. Incluso para quienes – mayoría somos – ejercen el arte de no ser artista como rumbo de vida este apotegma anti Lamborghini – hacerse el boludo - encuentra, también en este extendido campo de acción, su aplicabilidad ejemplar pertinente y dominante[4]. Oh paradigma de la complejidad, ¿no será que para sacar al artista del lugar de boludo, o bien (olvidemos al artista), para uno salirse del lugar de boludo debe, extrañamente, hacerse el boludo? Terreno minado por las paradojas éste el de las éticas picarescas. Retomo el comienzo, Aira; Aira que tematiza su “repugnancia” hacia los rasgos circunstanciales (en “Cumpleaños”, novela). Es entendible que un dadaísta declare este tipo de cosas, o por ejemplo su maestro (O.L.), un vanguardista a veces a la fuerza, más bien por pereza, miseria o esa envidia de la locura, pero que lo haga un narrador por excelencia, un novelista experto, increíblemente prolífico además, no es, no era, lo más normal. Un escritor de genio quizá (el genio además de fácil es oportunismo) pero un novelista de oficio, erudito y evidentemente técnico; pero también un poseur que manipula un vanguardismo declaratorio que también consiste en mirar sin deferencia no esta vez al lector sino a su propio oficio y su propia destreza. Alguien que fuera restrictivamente un lector del sistema declaratorio de Aira y no de sus libros podría despejar a un escritor más parecido a Beckett que a Nabokov, porque a propósito del lugar – ya que estamos – de los rasgos circunstanciales en lo que habitualmente se conoce como literatura habrá que valerse de esta cita sacada del libro “Efectos personales” del autor mejicano Juan Villoro:

Nabokov detestaba al doctor Freud. Y a los buscadores de Grandes Ideas como a los vecinos con bronquitis en su cuarto de hotel. En su código personal, los lectores sagaces deben saber otras cosas: qué distribución tiene el departamento de la familia Samsa, de qué color son los ojos de Madame Bovary, cuánto cuesta el periódico en Mansfield Park. De tales minucias está hecha la ilusión de vida que provoca la literatura”.


Entonces las novelas de Aira parece son Novelas de la Eterna encubiertas. Novelas de ideas sin ideas, repletas de ideas que se desvanecen en su misma enunciación, argumentos teóricos labilizados tanto cuanto la misma dirección narrativa y su orden de circunstancias y rasgos. De su repugnancia a los rasgos circunstanciales
[5] curiosamente Aira hizo no una obra aforística o fragmentaria ni poesía en prosa ni estrictamente literatura de tesis y menos que menos colecciones de automatismos o cadáveres exquisitos de autor único, sino una compañía novelística, un artesanato de contar historias, en todo caso contra sí mismas, adulteradas por esa repugnancia común en otro tipo de escritores: los filósofos, o los antifilósofos, los vanguardistas, los poetas – a veces -, es más: los locos, o es más, los que, locos o no, pero que envidian la locura.

Yo no quiero utilizarlos pero no sé hacer otra cosa que escribir- escribe quien escribe “Cumpleaños”-. “¿Qué hacer? ¿Vivir? Es ridículo, un lugar común adolescente”. Es cierto, vivir es un lugar común adolescente. Y los “rasgos circunstanciales” solamente sirven para justificar la actividad de escribir, que sirve para evitar vivir.

“-
En Cumpleaños comenta su agotamiento con respecto a la ficción, particularmente en lo que hace a la invención de los llamados "rasgos circunstanciales". Pero sin rasgos circunstanciales no hay novela. ¿Cómo enfrenta esto?
-Los rasgos circunstanciales, por ejemplo decir de qué color era la corbata de un personaje, terminan pareciendo una puerilidad. Además de que se vuelven una condena. Pero en realidad no tengo por qué "enfrentarlo". La literatura no es obligatoria. Si me aburre, o deja de resultarme fácil, puedo dejar de escribir”.
[6]

“Quien no se aburre, rebuzna” (O. L.). En una carta Kafka anota que sólo quien es capaz de aburrirse puede aspirar a ser un buen narrador. Otro destino para aquel que no soporta la multiplicación pánica de los rasgos circunstanciales (una cosa es tener que leerlos, otra que escribirlos, encima), si no puede dejar de escribir es lo que fue dado en llamarse la crítica, “el rebuzno del burro a través de un altavoz” según otra frase de W.G. ¿Debe aburrirse el crítico, o rebuznar? La crítica, que también sirve para evitar la vida y la carga tediosa de agregarle al mundo nuevos cúmulos de rasgos circunstanciales y también, ya que estamos, la literatura.




[1] “. . . todo va bien, hasta que llegan los lectores. Porque, cuando ellos llegan, entonces: entonces. Entonces todo iba bien. A eso se llega cuando los lectores llegan. Primero publicar, luego escribir (única manera de Evitar lectores)”. O. L. Las hijas de Hegel (1982)

[2] “Una de las tareas difíciles de llevar a cabo, es sacar al artista del lugar de boludo en que se lo ha colocado”. O. L. en Lecturas críticas: revista de investigación y teorías literarias, Buenos Aires, Año I, Nº 1, 1980, p. 48-51.

[3] G. L. García: “esquizofrénico mimético”. R. Strafacce, “Osvaldo Lamborghini, una biografía”. Mansalva. Bs. As. 2009. V. O.L.: “DICEN QUE ENVIDIO LA LOCURA DEL OTRO”. Cf. “Hoy; relacionarse: y como sea” O. L. “Poemas 1969-1985”. Edición al cuidado de Cesar Aira; Editorial Sudamericana- Narrativas Bs. As. 2004
[4] “Piensa Jonathan: ‘Bueno, al fin y al cabo, en cualquier trabajo buena parte del salario nos lo ganamos haciéndonos los boludos (…) entre el 23 por ciento y el 68 por ciento del salario lo ganamos simplemente por hacernos los boludos”. Tabarovsky, “La expectativa”. Mondadori. Barcelona. 2006.

[5] “El abuso de rasgos circunstanciales” – se lee en Borges – “todo lo contamina de falsedad, ya que esos rasgos pueden abundar en los hechos, pero no en su memoria”. (“El Informe de Brodie”)

[6] http://www.letraslibres.com/index.php?art=9059

12/7/10


[más Chot-Art por encargo.
Garage supermercado "La Gallega".
Buenos Aires 1300]

9/7/10

Tarea: sacar al enemigo del lugar de boludo.

8/7/10

Maten a Calamaro.

7/7/10

Tengo en mente un relato para mi taller barrial de realismo sucio, y en el cajón de al lado otro para el de policial negro, pero no me debo a mi público, ni a mi publico. No. Abstracts a Monterroso.

6/7/10

PELIGROSO COMPROMISO CON LO INOCUO




Terapeutas de la provocación, inmunoteoretas, decimos: es la hora de dejar de preguntarse “¿y mi fábrica inconciente: en qué andará?”. Hay que conseguirse otro inconciente y punto. Háganse uno nuevo, ¿no se dieron cuenta? Todos fuimos niños presocráticos y un día, aunque sea sólo un día fuimos académicos; pero ahora nos ganó el helenismo camp hasta el fin del saber. Sin embargo, sin embargo. ¿Seguiremos cagándonos y de risa de los ilusos? ¿Del arte póvera de la utopía en cuatro cuartos? Compartiendo como mucho pastillitas partidas al medio y gasificando los vínculos como si fuera al pedo. Tu dealer te dejó por otro. Paciencia. El ruido del televisor también acompaña como una hembra cuadrupeizable que nada pide y acaricia la puntita del Eidos. A la vuelta de cualquier esquina un cínico se solidarizará contigo. Y tú hasta harás caminar sobre las aguas del Laguito a algún lisiado cualunque. Es cierto: los ángeles caen, tarde o temprano caen, caen en la esquizofrenia real (no en Deleuze), pero esa no es la única forma inmanente del infierno. Mírame a mí: no tenía nada que decir y aquí [ni] me ves. El fascismo glorioso es la única raza pura. De gigantes se trata. Habitan cerca de los Cielos. Los actos casuistas de la vida misma se pierden en la memoria de todo, que nada deja pasar, nada guarda. Mírame a mí ¿qué ves? Una impostura sin nadie que la consuele, ni un agente. Puro pretenciosismo sin onda ni saber. ¿Cuál es el sentido de todo ideal tilingo entón? Abstine, substine. Y como si no fuera. Hasta las últimas consecuencias. Más allá del más allá del desastre. Siempre hubo poco que esperar del cinetismo de sentado. Cuando a un pobre le sobran diez pesos no se guarda nada. Ni el lujo de la ética. Obtusamente exacto, mi regia impotencia lo puede… ¿todo?

* Hoy lunes:
Provocar con lo excelso.





5/7/10

[anarquía, locura, bielsismo. Colón y Pasco]





-La vulgaridad es un lujo-

Susvín... rompió


Foro fáustico-Kitsch de miseria a la filosofía, viveza epistemológica, patafísica nacional popular, metafísica nazianal pop, crítica en estado clínico, antipsicoanálisis en pantuflas, boludeces con criterio empirista de significado cognoscitivo, dadaísmo tragicómico, popestructuralismo de protesta, poemas platónicos, deconstruccionismo chabón, tango rolinga, paranoia ontoteológica, solipsismo de izquierda, falogocentrismo a martillazos, martillazos al falogocentrismo, esquizoanálisis microfascista, fenomenologías del transmundo, freudomarxismo new age, pragmatismo del reviente, pensamiento poco, yoísmo ayoico al pedo, hedonismo allende el principio del placer, diogenismo del doble discurso, cristianismo con Sade, say no more sin Tractatus, partuza del pensamiento abstracto, vitalismo funebrero, antifilosofía antipoética, surrealismo silogístico, peronismo gorila, menemismo progre, palo a la argentinidad y argentinidad al palo, rocanrol ello, existencialismo menefrego, hegelismo anarcodeseante, cross en la mandíbula a Kant.




Un idiota que reclama que le sea reconocido un saber...