30/6/11

Abusar del lector no es fácil pero al que escribe el bien le va el mal.

29/6/11

Peligro: filtros discursivos varios.

28/6/11

TUITEAR PARA MAÑANA LO QUE PUEDO TUITEAR HOY


Le presté plata a un amigo el jueves; ayer me llegó un mensaje de texto; lo leí azorado: “Mañana te lo pago” decía. El mensaje en sí no tiene nada de asombroso, sólo que yo me quedé pensando en que ese podía ser el título general de todos los clásicos. De la Obra Completa total de todos los clásicos del mundo que uno leyó (pavorosamente lo recuerdo): Mañana te lo pago. Es lo que nos está diciendo el muerto que habiendo escrito ayer está siendo leído ahora. “Mañana te lo pago”. Mañana te lo pago. ¿Se entiende la estafa, no? Lo más alarmante del muerto que parla es su facultad de hacer promesas. El muerto promete ¡pero no está en condiciones de prometer nada! A menos
que pensemos que al reclamo, boleta en mano, lo vamos a ir a hacer cuando hayamos pasado a mejor vida. Pero ese optimismo, promovido ancestralmente por la milenaria empresa religiosa en todos los confines del mundo conocido, hoy en día (probablemente siempre) no tiene ninguna chance, no tiene aire, no tiene cuerpo, carece de toda credibilidad salvo en el caso terminal de los que están en vías de palmar: el que se está muriendo sí puede darse el lujo de contraer esos vicios intelectuales: cuanto más se acerca uno a la muerte más ingenuo se vuelve. No tiene de qué agarrarse, deviene todo esperanza. Todo se hace esperanza. ¿Qué otra cosa puede esperar? ¿De qué se va a agarrar? ¿De una indemnización? ¿De un subsidio? ¿De la carrera del hijo? ¿Del próximo gobierno? ¿De la revolución bolivariana? ¿Del estudio? ¿De la rehabilitación quinesiológica en los gimnasios? El habla de los muertos es siniestra, y en ese sistema de lo ominoso prospera la “literatura”: arranca de la familia, del aula, de los medios, de la clase, de la tribu, de la historia; arrebata al discurso y lo ubica fuera de serie. Enmudece a los que obran y le da la palabra a los ausentes, especialmente al que está ausente en todas partes, el muerto. Menos mal que existe el mercado editorial, el mercadito universitario, los claustros, los programas de cátedras, los suplementos culturales, el tribalismo twitter, los talleres de narrativa infanto-juvenil o para la tercera edad, y la mar en coche de todo ese formidable artefacto social organizado para acabar de una vez con la literatura.







22/6/11

Abusar del lector es fácil pero al que escribe bien le va mal.

21/6/11

No me tomen por alguien.

10/6/11

Tener onda, pretensiones ínfimas salvo ser famoso más allá de los 15 minutos concedidos, y el culto del librito artesanal como packaging. Eso me gustaría a mí, queseyó, onda que eso.

2/6/11




Bacon en Paseo de las Artes - Park Hyatt - Recoleta

Gabino Sosa - La Tablada




-La vulgaridad es un lujo-

Susvín... rompió


Foro fáustico-Kitsch de miseria a la filosofía, viveza epistemológica, patafísica nacional popular, metafísica nazianal pop, crítica en estado clínico, antipsicoanálisis en pantuflas, boludeces con criterio empirista de significado cognoscitivo, dadaísmo tragicómico, popestructuralismo de protesta, poemas platónicos, deconstruccionismo chabón, tango rolinga, paranoia ontoteológica, solipsismo de izquierda, falogocentrismo a martillazos, martillazos al falogocentrismo, esquizoanálisis microfascista, fenomenologías del transmundo, freudomarxismo new age, pragmatismo del reviente, pensamiento poco, yoísmo ayoico al pedo, hedonismo allende el principio del placer, diogenismo del doble discurso, cristianismo con Sade, say no more sin Tractatus, partuza del pensamiento abstracto, vitalismo funebrero, antifilosofía antipoética, surrealismo silogístico, peronismo gorila, menemismo progre, palo a la argentinidad y argentinidad al palo, rocanrol ello, existencialismo menefrego, hegelismo anarcodeseante, cross en la mandíbula a Kant.




Un idiota que reclama que le sea reconocido un saber...