20/11/10

Vaché, Tía, la duda negligente, oporto



El arte no existe le escribe Vaché a Bretón: “no existe, seguramente –por lo tanto es inútil cantarlo ¡sin embargo! se hace arte –porque es así y no de otra manera –Well- ¿qué le vamos a hacer?/ Así pues a nosotros no nos gustan ni el arte ni los artistas (abajo Apollinaire)”. Pasan después a degüello Cocteau, Mallarme, Jacob. Yo me acuerdo –mientras transcribo aquello- de los planteos que me hacía mi tía en unas veladas en su departamento justo frente al Monumento a la Bandera, 8º piso. Mi tía cavilaba: “¿Quiénes son los verdaderos enemigos del arte, los dadaístas, estos protosurrealistas suicidas, los punkies, o los verduleros, los propietarios de maxi-kioscos, los concejales del radicalismo disidente, los mártires de la Fundación Libertad, nosotras las amas de casa…?” –mi tía tenía buen pulso para la enumeración pasada la segunda medida de oporto, aunque pierde cierto sentido de la historicidad, efecto mezzo bovarista usual en Zona Centro-. –No sé tía, quizá esto no me importe, quizá, acaso, tal vez menos me importe esta especulación que el arte mismo: tengo entendido que es una mendicatura. Algo que, acá, se tramita en los Centros Culturales dependientes de la Muni; ahí expiden –dicen- unos certificados y conceden viñetas de tipo curriculante, para sacar turnos en coloquios y exposiciones. Los malditos que yo conozco, tía, de mi barrio, no sé si dejaron el arte, pero han dejado que el arte los deje. Mi tía sirve más oporto.
No dejes tu negocio dice mi tía ya a la hora que toca el café de despabilar. No sé si se refiere al negocio por el cual me hago pasar por alguien interesante, que amenaza con tener en vida –en vida o no- una “obra”, o al negocito que le da de comer al que amenaza con el otro. Mi tía es buena estratega para la ambigüedad. Hablamos de Vaché, Cravan, de sacar el monotributo, de comprar el auto. –Tía, con el auto no podría por mucho tiempo resistir la tentación de pasar por encima del verdulero repartidor, del yuppie de Fundación Libertad, del edecán del Subecretario de Cultura, de un incomprobable Neovaché que se me crucé ebrio por Pellegrini y Paraguay.
“Está visto que estoy muy lejos de un montón de gente literaria -- incluso de Rimbaud, me temo, querido amigo -- EL ARTE ES UNA TONTERÍA -- No hay casi nada que no se una tontería”.
Pero tía ¿no estamos bien como snobs ¿no somos cool así, monotributo, en negro o responsable inscripto? Tía, yo me jubilé de joven, y ahora estoy pensando en que lo que más me gustaría es introducirme en el mundo del trabajo ¡y con los botines de punta! Guarda las masas mi tía. Confitería “La Distinción”.
Ella busca en Internet y me señala un aviso de un taller en Capital: no dice así pero sí: NO LO PIENSE MÁS DEJE EL ARTE DE UNA VEZ ¡POR LA ONDA!
-¿Qué “arte” tía?



19/11/10

- El ser humano es un invento de la teología. Aunque sólo Perón salva...


(Oído en fiambrería de Pasco y Necochea)

4/11/10

Ni sufrimiento ni causas nobles: cach: o el sentido de la vida. Ya que toda mi vida no hice más que no enseñar el Zen. ¡Y sé lo que es el Zen!



-La vulgaridad es un lujo-

Susvín... rompió


Foro fáustico-Kitsch de miseria a la filosofía, viveza epistemológica, patafísica nacional popular, metafísica nazianal pop, crítica en estado clínico, antipsicoanálisis en pantuflas, boludeces con criterio empirista de significado cognoscitivo, dadaísmo tragicómico, popestructuralismo de protesta, poemas platónicos, deconstruccionismo chabón, tango rolinga, paranoia ontoteológica, solipsismo de izquierda, falogocentrismo a martillazos, martillazos al falogocentrismo, esquizoanálisis microfascista, fenomenologías del transmundo, freudomarxismo new age, pragmatismo del reviente, pensamiento poco, yoísmo ayoico al pedo, hedonismo allende el principio del placer, diogenismo del doble discurso, cristianismo con Sade, say no more sin Tractatus, partuza del pensamiento abstracto, vitalismo funebrero, antifilosofía antipoética, surrealismo silogístico, peronismo gorila, menemismo progre, palo a la argentinidad y argentinidad al palo, rocanrol ello, existencialismo menefrego, hegelismo anarcodeseante, cross en la mandíbula a Kant.




Un idiota que reclama que le sea reconocido un saber...