28/12/10

Derrida-Cipolatti: encuentro cumbre.

27/12/10


[El chot-art rosarino sigue su camino de súbita excelencia - Marcos Paz 3600-]

25/12/10



Filosofía-catástrofe
(Tomo I)

Índice

El sexo de los ángeles y el tiempo que hace
De autos y cigarrillos
Del ser
Minas que me garché
(listas y comentarios)
Del empirismo en la autobiografía bovarista
Minas que no
Empiro-criticismo en la autobiografía bovarista
Crítica del otro
Minas que marcan el bulto
Observaciones sobre la última campaña de Central
De política: El peronismo epicúreo
De la muerte como miedo
De la muerte como ausencia completa
Notas sobre el corpus bibliográfico carlovichiano
Importansia del lenguage
Para acabar con la voluntad de acabar (Epílogo –in progress-)


24/12/10

[Nine en estación Congreso -Bs.As.-]


23/12/10

Remasterizando pifies, la obsesiva pereza me lleva de vuelta a la vida. Quería desaparecer para ser inolvidable y acá me ven. Comenzando de nuevo. Comenzando: de nuevo: comenzando de nuevo.

22/12/10



[Últimos vestigios de Cachilo - Callao y Córdoba]

21/12/10

[Atentan contra la gran familia blogger -Av. San Martín]

17/12/10

MIS FOTOS RETIRARLAS EN DOMICILIO

Por la casualidad que fuere y que es mejor que no interese tampoco a nadie cayó en las manos de este cronista un bodrio dispar envuelto en un bodoquito fucsia: se llama Las Teorías Salvajes-Pola Oloixarac_novela-entropía. Se desprende que LAS… es título, POL… autor, _nov… viene a ser género discursivo y literario (muy bien que lo aclaren; también en la contratapa el clown Link aclara que es buena), entr… es la editorial.
El sutil esperpento –aunque todos se han inclinado a destacar contra qué ladra-, bien que aburrido y genial, es raro, arcano, y dispara también balas perdidas. Por suerte hay, acá en el Mundo (: Web, la) una cantidad copiona, digo osa, de cortesanas recensiones que nos esclarecen a los incautos –ahora te llaman snob- y dan la revelación de qué es la cosa, con qué se mide, y si se come después de la fruta. Así sí. Con las instrucciones adecuadas, formuladas por nuestros modelos rectores, lo que te pongan se hace fuíble. Muchachos gracias.

La primera inquietud es insoslayable: ¿va a estar esta eventual novela a la altura de la foto de la solapa?

Planteada la situación de esta guisa la operatoria de marketing desde el punto de vista del diseño del objeto-libro es cuanto menos temeraria.

Aunque no deja su foto interesa la posición de la narradora –el personaje top al fin-, desde luego menos que la de la autora –conforme la imagen de solapa- que se luce producida sobre un anchuroso y sugestivo sofá asabanado hojeando culo arriba una pulcra enciclopedia ilustrada; el personaje más inquietante no porque va a tal fiestita o se la empoman en tal excusado –lo que le ocurre a otra- sino, por ejemplo, por las puestas en escena de su epigramático aparato de enunciación: aparatoso por suerte tendiendo a insólito. Fanfarronea resbalando, y hasta da gusto.

Pese a algunos gerundios: “incursionando de este modo” u otras verbalidades de carillero: “implementar los rudimentos”.

Toda aberración, de toda suerte en estos casos, puede establecerse en el mapamundi de la parodia. Porque los estudiantes de filosofía –me dijo un pajarito- todavía creen en la redención de la parodia. Bien dijo: en la salvación por la parodia.

No vale desembarazarse descerrajando “sátira”, eso se quedó con Blotta. Lo bueno es que “la sátira” –pudiendo ser la narradora o bien la autora- trastabilla en esa especie de –no habría que decirlo- goce de enunciación en despilfarro que, pese a que la va de empeñosamente perverso- sadismo sin Kant por clasificarlo todo donde ni gramática queda viva- se desencaja y se empina fuera de quicio.

Cuando lo ininteligible al estómago conversa con la crítica obvia a los muertos vivos.

Ni hace falta aclarar –otro pajarito- que de una –esteeeé- generación condenada a leer en la Universidad sí o sí tiene que esperarse primero que nada el resarcimiento de condenarse a hacer de la facu diégesis, a reescribir la Universidad y vista como desde un “K agujero”, un pedo anfetamínico en el que uno ve el sí mismo como si estuviese ubicado afuera.

La escenificación de la monstruosidad en estado de fashion es un logro. En ello el –de marras- admonitorio fotograma invocado es con rigor funcional a la causa. A la causa de la novela (¿Cuál es la causa de la Novela? Con mayúsculas porque me refiero a todas las que se hacen) (¿Y si hubiese que escribir un LAS NOVELAS SALVAJES _teoría?) (El guión bajo sacado de su hábitat de arrobas acá viene a señalar desde las portadas con la mayor impunidad que da lo explícito el género en el que debe leerse por las dudas).

¿O de qué planeta vendrá esa coctelera que bate enrarecida cierto empavesado neopragmatismo sintáctico etosociologismo adarwinado y Tractatus al sarcasmo?

Ex alumnos de la UNR filosófica confiesan al presente comentarista que pueden leer este puán roman como si leyeran en otra lengua latina que más o menos –o menos sobre todo- gracias a esos dos o tres añitos gratuitos de idioma entienden y que si la novela fuera más un género como los de la taxonomía biológica que un rótulo para dar prestigio editorial y valor de cultura a aquello que no tiene cura ni especie su máquina de la risa, la voluntad de joder a la teoría, o a las momias andantes, contagiaría más y peor.

Del 1 al… 5 SóLÍTOS.


16/12/10

[Manos de Rucucu en calle Corrientes -C.F.-]

15/12/10

¡AMOR-CORTÉS CONSUMISTA!

[Contra la Crisis de las Grandes Fellatios]

14/12/10

La patafísica discontinua interesa; luego se cae en un foso: en el mundo.
(-¿Olvidable?-) Es que llega la vida –así le llamaban-, con sus boludeces. Vuelve a pasar.

13/12/10


[Carlitos engayolado -San Cristobal -Capital-]

12/12/10

La locura en reposera.

10/12/10

Los genios también somos imbéciles –en los ratos libres- y cuando, cuando, y, y cuando, cuando el vanguardista del pueblo enérgico aflora del fondo de las aguas ¡ah!/ seguimos siéndolo.

3/12/10

Hoy 23: 45 hrs.
Plaza Libertad
"Moda & Cinismo"
curso express
SóLO CONTRA TODOS blog
Nasa
Carrefour
Municipalidad de Rosario

2/12/10

LEAN A VIÑOLE


Artículo escrito como colaboración
a la revista literaria “
La Pija que Habla”




Omar Viñole puede venir a leerse con la muda voz de un terco y persistente moralista cínico-picaresco, aparentado con el cuentapropismo nischeano de café, el universal y clandestino cristianismo del desprecio, y el acriollado alegato crónico del dadaísmo-showman. En algo, en alguna intersección, parece tocar alguna cuerda que llega a Discepolín, o para el caso, a la moral privada genérica de la clase media argentina de cuna inmigratoria versionada por un self made man de la vida y las letras, parresiastés clasemediero, guaso ilustrado y distinguido.
Pero es un cínico, un aristócrata con olor, un señor estragado por la punibilidad de la desublimación lo sucio y lo feo.

Llama la atención su sintaxis. Llama más la atención sabiendo que es un escritor de los años 30 porque más parece –en algunas y ciertas cosas- una sintaxis contemporánea. Sobre todo por la velocidad y el desapego a las formas de construcción que se estiman más o menos correctas o decorosas. Hace que se piense en un tipeador velocista.

Uno puede creerlo, si lo lee suelto de referencias, uno de esos escritores sin público de estas fechas, un bloguero de esos de pocos seguidores, de esos que sobreviven fuera del canon sui generis de la blogosfera literaria made in Buenos Aires, sentado a escribir en una jerga prerroquera, lenguaraz y blasfema pero anacrónica.

Pero Viñole no escribe ahora. Escribió hace más de medio siglo, o casi un siglo.

Suena a ya aunque suena a bruto.

Bruto en el sentido de todo aquello que se organiza con desconocimiento o desatención, mejor dicho ajeno, al elemento sintáctico, léxico, temático, estructurado para reflejar los árboles genealógicos de influencias en boga, como si alguien pudiera escribir ahora, libre como un asceta suburbano, sin haber sido tocado por la lengua de los airanos, de los punk-peronistas, o por el orbe jergal de los medios masivos y de la prensa cultural.

Cuesta creer que alguien pudiera escribir tan bien –o en todo caso tan mal- por aquel entonces.

Porque parece no haber sido punteado por ninguna de las modas de ese tiempo pretérito, ni las formas sentimentales sencillistas y arcaizantes de los escritores de izquierda tipo Claridad o los Pensadores, ni los distintos cargoseos semibarrocos o ineptitudes experimentales de diversa índole de los martinfierristas y sus derivados.

De tan legible se vuelve obstinadamente ilegible la prosa de Viñole cada dos por tres.

Sus imágenes, metáforas, analogías y asociaciones derrapan por un surrealismo unipersonal y grotesco, que no se parece en nada a ningún surrealismo sino a la maquinita de diseño personal de un Voltaire diogenesiano o un Diógenes volteriano lanzado a zampar a la Rabelais pero en el mundo impasible de después de las vanguardias. Una especie de ética, o ética escritural, de autodesinhibición (del otro).

Hoy Viñole no entra pero tampoco entraría al parnaso de las literaturas serias- sea el de los que sólo pueden ser leídos por los estudiantes y profesores de las carreras nacionales de Letras, o sea el de esos estudiantes de letras que, teniéndose todo eso sabido, se imaginan leídos por intangibles lectores mediático-de la calle, parecidos a los personajes que dibujan en sus ficciones o que creen ellos mismo ser-.
Sin embargo podría ser enormemente leído, porque su sistema de desenmascaramiento y querella, desmentido shock y desprecio, tiene la propiedad de la época y lectores seguros.
Viñole es un humorista piadoso sarcástico e ilustrado que por su brutalidad nunca hubiera sido recibido por los brindis tipo Martín Fierro, y por su sofisticación impopulista, y tráfico ilegal de verdades a granel ungidas como trompadas –Viñole fue peleador callejero, performer viandante y eventual luchador de cach-, nunca hubiera entrado a una radio.

A diferencia de Barón Biza –un dandi maldito extemporáneo- Viñole no putea a su lector sino a casi todos los tipos sociales probablemente existentes.

¿Cómo alguien podía escribir tan bien?

– ¿O sea tan mal?-.

Aparentemente llano, en su prosa, y en su filosofía de protesta –un materialista circense entre perruno y estoico, un positivista desclasado- su vis incorregible se zambulle en un pastiche semántico esperpéntico y genial y alguien se queda pensando en que Arlt Oliverio y Macedonio eran tres escritores que atrasaban, que le iban a la zaga.

Viñole, como la infinita lista de escritores y filósofos de todo tiempo (ni citar a Platón y Deleuze), escribe como médico –reparar incluso en su léxico científico e inmunológico-, con la salvedad de que fue veterinario, y veterinario de humanos.






-La vulgaridad es un lujo-

Susvín... rompió


Foro fáustico-Kitsch de miseria a la filosofía, viveza epistemológica, patafísica nacional popular, metafísica nazianal pop, crítica en estado clínico, antipsicoanálisis en pantuflas, boludeces con criterio empirista de significado cognoscitivo, dadaísmo tragicómico, popestructuralismo de protesta, poemas platónicos, deconstruccionismo chabón, tango rolinga, paranoia ontoteológica, solipsismo de izquierda, falogocentrismo a martillazos, martillazos al falogocentrismo, esquizoanálisis microfascista, fenomenologías del transmundo, freudomarxismo new age, pragmatismo del reviente, pensamiento poco, yoísmo ayoico al pedo, hedonismo allende el principio del placer, diogenismo del doble discurso, cristianismo con Sade, say no more sin Tractatus, partuza del pensamiento abstracto, vitalismo funebrero, antifilosofía antipoética, surrealismo silogístico, peronismo gorila, menemismo progre, palo a la argentinidad y argentinidad al palo, rocanrol ello, existencialismo menefrego, hegelismo anarcodeseante, cross en la mandíbula a Kant.




Un idiota que reclama que le sea reconocido un saber...