20/10/08

La Vanguardia Fue Así




La "vanguardia" argentina no se parece mucho a la europea, a las europeas. Si es que la vanguardia argentina son los martinfierristas. No están rodeados por la maya del proto-freudomarxismo; son burgueses, pequeños o aristocráticos, sin cola de paja: la mayoría son más o menos yrigoyenistas; alguno loco-cristiano, otro genio incalificable de ninguna otra manera (Macedonio), algunos curten un protoprogresismo, cínico o sentimental (Artl uno, Olivari-Tuñón dos), populista-leninoso; alguno termina peronista-clerical, la mayoría en Sur: conservas rabiosos. El único espíritu con sed de calco europeo es Girondo; pero es demasiado aristócrata para dadasurrealista; demasiado sibarita, y abogado al final. La historia de la importación de la vanguardia, de la emigración no-aluvional de la vanguardia es curiosa. Ninguno de estos cargaba el peso lejano de Baudelaire como ancestro; nada de cinismo, molicie concupiscente, decadencia maléfica, vampiricidad, nada. Poco y nada de violencia, y de espíritu de salvación del mundo, de reforma radical y completa de la realidad. Mucho de "cachada", de picardía "neocriolla", de cierto asombro y esperanza de lo nuevo: vivían bajo el signo de lo nuevo; rodeados - digo - de lo nuevo -; buscaban ligar dos nuevos: las estéticas importadas de Europa, tan ajenas al espíritu Lugones-Banch y casi tanto a Darío, y el fervor de un universo social indescifrable y prometedor; naciente no decadente: la Argentina incipiente.

Hay punks, punkies cultos, que reivindican al dadaísmo de antecedente fiel. Pero los Martinfierros tienen más del espíritu chacota del televidente canónico que del punk; pongamos de la primera minoría "mediática", el televidente de izquierda: el pergolinista no el tinelista.

No querían saber nada con Lenin (imaginarse a Güiraldes leninista); salvo Arlt por ejemplo, uno de los pibes floridoboedistas – bipolares -; pero el Lenin arlteano es a la Dostoevsky; se semblantea como una pasión monstruosa, un Hitler marxiano. Los surrealistas distinguían muy bien a Hitler de Lenin; le hicieron firmar a Dalí – que era un pop adelantado no un surrealista – una carta-documento en la que debía decir que no profesaba ninguna pasión por el acuarelista austriaco. Artaud – que terminó dedicándole loas sarcásticas al Adolfo – fue expulsado por el inquisidor trosco Andrecito Bretón.

Un dadaísta en Buenos Aires se hubiera muerto de hambre; a lo mejor se hubiera pasado a la bomba literal (material digo) con Di Giovanni. El único dadaísta argentino fue Viñole probablemente.



-La vulgaridad es un lujo-

Susvín... rompió


Foro fáustico-Kitsch de miseria a la filosofía, viveza epistemológica, patafísica nacional popular, metafísica nazianal pop, crítica en estado clínico, antipsicoanálisis en pantuflas, boludeces con criterio empirista de significado cognoscitivo, dadaísmo tragicómico, popestructuralismo de protesta, poemas platónicos, deconstruccionismo chabón, tango rolinga, paranoia ontoteológica, solipsismo de izquierda, falogocentrismo a martillazos, martillazos al falogocentrismo, esquizoanálisis microfascista, fenomenologías del transmundo, freudomarxismo new age, pragmatismo del reviente, pensamiento poco, yoísmo ayoico al pedo, hedonismo allende el principio del placer, diogenismo del doble discurso, cristianismo con Sade, say no more sin Tractatus, partuza del pensamiento abstracto, vitalismo funebrero, antifilosofía antipoética, surrealismo silogístico, peronismo gorila, menemismo progre, palo a la argentinidad y argentinidad al palo, rocanrol ello, existencialismo menefrego, hegelismo anarcodeseante, cross en la mandíbula a Kant.




Un idiota que reclama que le sea reconocido un saber...