(“Celeste Y Blanca”. G. Piro)

La frase de Blanchot si estuviera vivo, expatriado en la Argentina. No escribiría airaiano, por más que fuese más
correcto. Trabajamos en mi Club bajo la consigna ecuestre de “parar de leer a Aira por dos años”. Pero
entonces ¿qué hacer? ¿Qué escribir? ¿Dónde ir a leer? ¿A quién volver? ¿Hacia
qué adelante estirarse para llegar a qué, dónde? ¿A ir a? Con otra respiración,
Aira se te puede aparecer en cualquier lado, transmutado, con intereses y
temáticas ligeramente alterados, masculinizado, = macedonizado, con la
escritura devuelta a su proteidad de sustitución de la mujer, o devoción, oda,
entrega, donación, inseminación artificial; Aira travestido de no travesti.
Continuar, completar, deformar, desmontar. Los airanos, o los escritos por
Aira, son los que mejor avivan el deseo de Aira, de más. Pueden llegar a
escribir lo que él no podría, como si no fuera Aira. La Moción de Orden del otro
día en el Club fue: Tratemos de escribir
como si no fuéramos Aira. ¿Cómo se puede? Porque que se puede escribir como
si fuésemos Aira, se puede, se sabe, incluso careciendo de todos sus dones,
digitación, oído, ingente cultura musical. No sé si se entiende. En el Club
todos somos muy precarios, no decimos que podemos brindar logros comparables
con los suyos: ¿no se entiende lo que hablo? En cuanto a otros autores (lo que
pasa en nuestro Club no importa, porque es un club secreto, basado en una
literatura epistolar teledirigida a 3 o cuatro amigos, o enemigos: miembros (en
ese sentido epistolar, entiendan), y no a una Imago de la Hipóstasis del
Consumidor Oficial Ideal de Literatura Prestigiosa Vigente. Fuera del Club, en
el Mercado Literario, perdón si no cierro paréntesis, los libros de Aira que
Aira no escribe a veces están más buenos que los que escribe. Suerte que a
veces los escriben otros, con otra familia, otra novela encima, otra historia,
otro trauma, otro estilo. En ese sentido estilo. Si es la condición para
entretener, retener, tener, purgar, al lector, hacemos juntos la catárquica airana. Si así seremos
mejores, autor y lector, si así se puede suspender un rato, en vilo, la
insoportable declinación medrante, incluso de la vida.