22/10/08

Civilización o Giladas



Se hace la pregunta Witoldo ¿Soy un bromista? Según Diego Veccio (“Egocidios”) Witold Gombrowicz era un border más específicamente que un bromista. ¿Qué es un bromista? ¿Será un snob como dicen los astutos de hoy? Snob es un insulto de moda. Burgués o gorila ya no funcionan demasiado. Resentido puede quedar bien en boca de quien quiera jugarla de nischeano. Fascista otro yeite interesante. Casas lo suele usar, lo usó de hecho como contraveneno contra Luisito Spinetta, el Wagner de Rozitchner. En un antiguo reportaje de los 80 Mr. Say No More – todavía en la época “tenemos algo para decir” -, si la memoria no falla, decía como corolario de un famoso desnudo en scène, que el rock argentino era un mundillo repleto de… “fascistas”. Existía V8 no Almafuerte todavía. Está la opción “microfascista” que es la que más le gusta a Tabarovsky, para tratar a los autores de barrio o a los bloggistas de la joven guardia nacional punkpular. Tiene la ventaja de convidar a un sistema de alusiones que encuentra su fuente en la dupla heroica de la edad de oro francesa Foucault-Deleuze. De Canción de 2 x 3 a Kill Gil el Jefe encontró un nuevo vocativo para el Otro: ese precisamente, gil. Se puede ampliar en un plural mayestático: la gilada funciona bastante bien. Por ejemplo en un artículo de Miguel Briante puede alguien leer que Lamborghini que escribía para no gustarle a nadie, enseñaba la Doctrina del Significante “para la gilada”, según le confesó en la mesa de un bar. Son las consecuencias de una ética radical: la de querer “sacar al artista del lugar de boludo”. Boludo ya es terminal. Feinmann podía haber declarado “Cualquier resentido tiene un blog”, “Cualquier burgués tiene un blog”, “cualquier microfascista o gorila o en fin tiene un…”; pero le pintó más “pelotudo”. De hecho no cualquier pelotudo recita manuales de filosofía para quinceañeras progresistas futuras “jeguelianas de izquierda” como Cristina por Meeting Chanel. Hay que ser un pelotudo de élite. De la U.B.A. Podría haber dicho “idiota” Feinmann, es la traducción de pelotudo – en ese sentido – al griego. La hybris lo pudo; le falló la sofrosyne. ¿Soy encantador o soy idiota? Disyuntiva y enigma dadaístas adeudados a Tristán Tzara, que decía que había estado en una fiesta llena de “idiotas encantadores” como él mismo que también se hacía llamar farsante idiota y bromista.





-La vulgaridad es un lujo-

Susvín... rompió


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Un idiota que reclama que le sea reconocido un saber...