2/3/08

Cómo Me Reí de "Cómo Me Reí"



‘¡Cómo nos reímos!’ Es lo mismo decir
‘Aquello era insoportable.’
Son fórmulas para hacerse entender por medio
de la dificultad misma para expresar
”.





Creo que fue Viñas el que acuñó la frase “gags trágicos”.

Muchos miedos y una constante imposición del misterio hacen humorista.

La historia, esto es, de una melancolía.

Alguien (yo incluido) me dice que nunca había reído tanto con otro libro de Aira. Cada vez – me dice – que repetía el yeite de la queja amarga por la risa inexorable del lector yo estallaba de risa. Hay que decir entonces que Aira logra con este relato el milagro de la carcajada melancólica; conduce a la risa a la eficacia de lo inexorable, irrumpe con una autenticidad rotunda cuando el cómico está expresando su patetismo y reclamando seriedad, si es que eso, la seriedad, es lo opuesto a la risa.

Por ejemplo es probable que las escenas más graciosas de Woody Allen sean las de su patetismo y su sufrir y no las de su máquina del chiste. Con Chaplin, la risa es una espontaneidad conmiserativa que emerge de la contemplación piadosa o empática de su desventura.

Un rire mélancolique. Si existe la sonrisa seria, también existe, ya existía, la risa melancólica. Es una entidad, un Stimmung, que registran Los Cantos de Maldoror. La melancolía a través de la risa; o a la inversa. E incluso, lo siniestro, o sea aquello que puede imperar ante lo que no es lo que es, aquello horroroso que imprime una cierta experiencia de lo que está más allá del principio de no contradicción, algo que angustia por risible. ¿Hay una risa melancólica? ¿Un reír melancólico? ¿Incluso un extremo de risa ominosa? Y más modestamente ¿una risa triste?

Hay un terror cómico, a base de chistes. O.L.


Lo insoportable hace reír. Uno ríe de lo que no puede soportar. Lo absurdo es por ejemplo lo que no se puede soportar racionalmente. La melancolía es un estoicismo: soporta. Se abstiene. Pero la desesperación – que es la melancolía en estado de fuga – lleva al chiste.

Un manifiesto contra la risa y contra la amistad, y contra la amistad del lector. Y la elegía de un cómico. El humor es un género negro. Si muchos miedos y una constante imposición del misterio, si la melancolía hace al humorista. El humor se dispara para disparar de la melancolía, del humor negro. En cambio indica Aira el recorrido contrario: el humor y el chiste, son medios – incluso involuntarios - de una voluntad de poder narrar la melancolía. Para inducir a la imposición de los miedos y misterios.

El maestro había enseñado a hacer comicidad por tragedia.

Un escritor argentino escribió en una novela en los años 70: “lo trágico para mí es que me tomen por cómico”.


(Pascal: la tragedia comienza cuando un hombre no puede estar solo en su cuarto.)



Aira es un trágico. “Cómo me reí” es una historia trágica.

La desopilante historia de una melancolía. O la risa trágica.


El chiste es trágico.


Lo trágico es tener un mal
lector[1].



[1] Curioso: la vez que publiqué, para mí, lo trágico fue que me tomaran en serio.



-La vulgaridad es un lujo-

Susvín... rompió


Foro fáustico-Kitsch de miseria a la filosofía, viveza epistemológica, patafísica nacional popular, metafísica nazianal pop, crítica en estado clínico, antipsicoanálisis en pantuflas, boludeces con criterio empirista de significado cognoscitivo, dadaísmo tragicómico, popestructuralismo de protesta, poemas platónicos, deconstruccionismo chabón, tango rolinga, paranoia ontoteológica, solipsismo de izquierda, falogocentrismo a martillazos, martillazos al falogocentrismo, esquizoanálisis microfascista, fenomenologías del transmundo, freudomarxismo new age, pragmatismo del reviente, pensamiento poco, yoísmo ayoico al pedo, hedonismo allende el principio del placer, diogenismo del doble discurso, cristianismo con Sade, say no more sin Tractatus, partuza del pensamiento abstracto, vitalismo funebrero, antifilosofía antipoética, surrealismo silogístico, peronismo gorila, menemismo progre, palo a la argentinidad y argentinidad al palo, rocanrol ello, existencialismo menefrego, hegelismo anarcodeseante, cross en la mandíbula a Kant.




Un idiota que reclama que le sea reconocido un saber...