-Dos frases del ayer tramposo-
(Epístola enviada al Círculo de Jeguelianos de Echesortu)
“Todos somos: Diego, filósofo hegeliano”
Monolingua
Por Profesor Pirulo
Ay, cómo quisiera ser jegueliana de izquierda como Terranova y Cristina. Una barbie montonera, un presidente mujer, hijas de Hegel. Pero no, no, no puedo, ni siquiera quiero: sólo soy un peronista gorila. Un golpista de efecto, un efectista defectuoso, un divo total, un Susano nischeano. No sé lo que quiero y lo quiero ya, ¡nitimur in vetitum! Y sin embargo como dice mi amigo el Nosferatus Gordo en “Difiriendo el Momento del Dar el Golpe”: no sé lo que quiero y ni lo quiero ya. El pueblo es aquella parte del Estado que no sabe lo que quiere. Dicen que es una frase de Hegel, ahora que se puede ser escritor y escritor del régimen recolectando frases de Hegel de Wikipedia. Son malas las frases de Hegel, Hegel no era Shopenhauer – su sombra, su vecino de aula -. Schopenhauer escribía frases para el hombre soltero pero Hegel soñaba de día todo el día la Institución Total. Hegel estaba loco. Rocanrol y Hegel man. Mensch. Que un punk leyera a los dadaístas o a Nietzsche todavía era verosímil pero… Hay que haber estudiado filosofía en la universidad del pueblo para saber odiar a Hegel, hay que haber sido un buen camello de la Era de la Fotocopia, no la fotocopia cucurtiana sino la fotocopia jegueliana. Soy zurdo esa es mi religión, mi religión manual. Dado vuelta estás vos. En cuanto a los manuales, esa es la única forma de entender algo, de Hegel: después no se lo puede seguir, salvo de a pedacitos, un poco de la Dialéctica del Amo y del Esclavo y un pedacito de esto y lo otro. Me llama el otro día el Nosferatus Gordo y me dice que está leyendo la Fenomenología del Geist alucinado por el Amo y el Esc. Pero lo hace por espíritu de transgresión, o sea contra Hegel, porque yo le aconsejé que lo odie – como hago yo – y que lea El Antiedipo, obra que yo leí en mi segunda o tercera pubertad fotocopiada de la biblioteca de su madre. El Nosferatus Gordo está violentado porque dice que “Cucurto entró en la biblioteca de mi vieja” (la madre, profesora de letras, tiene una gran biblioteca que ha favorecido el bovarismo de todos nosotros – los tres – de la cual en su momento supe sacar algunos réditos (aunque en literatura creo que dicen que se gana perdiendo y seguro es cierto) como el Antiedipo fotocopiado -. Raro, nadie leía El Antiedipo en aquella era de la Tiranía del Gran Turco en aquel falansterio hórrido, el Ku Klub Kant de la Escuela de Filosofía sometida al bipartidismo lacaniano-trosco. Los más Hardcore-Nerds te leían un Crítica y Clínica como mucho, un Lógica del Sentido, un Theatrum Philosophicum y hasta ahí. Pero después terminaban doblando a Kierkegaard del francés como mi amigo Gordo-Afrecho (así llamado por la Secta del Hippie-Tilingo) o planeando un proyecto de vida basado en el telos de leer de corrido a Georg Whilheim Friederich como otro examigo, hoy conocido en el medio como El Alemán. Yo proponía una filosofía a medias entre el Esquizofrénico y el Tilingo, pero como por lo común influyo al vesre, me salió así: por pura transgresión un pibe es capaz de convertirse en especialista latinoamericano en un parágrafo de la Filosofía del Derecho. Yo soy zurdo, ya dije. Dado vuelta…
Soy zurdo pero amo a mi punto y coma.
Por eso no me entienden o por otra cosa. Tengo otra frase de Hegel, ahora que dejé la Fotocopia por Wikipedia y Taringa: El filósofo debe hacer filosofía cuando ya la vida ha pasado. ¿Cómo se aplica esto al esquema que plantea la vida académica? Esos pobres chicos que malgastan una juventud entera tratando de resumir resúmenes de Hegel y creyendo que estudian alemán y griego antiguo. Ein Bier, Bitte.
Pero Hegel le daba al Rotwein (totín), jamás – como Nietzsche – hizo sistemáticamente (sic) una crítica de la cerveza. Veza y teza. Hay que cagarse en la Eticidad para eso, como Herr Dionisos-Crucificado que tanto puteaba al pueblo alemán, al que no tenía por “pueblo metafísico” como Heidegger sino como pueblo con pésimos criterios alimentarios. De los Digestos a la crítica a la mala digestión, un cambio de paradigmas. ¿Por qué te odio Hegel? Porque soy un Esquizotilingo, si. El Nosferatus-Gordo, gringo rubión clasemedia de La Tablada, marginado por los marginales, perseguido históricamente por la negrada tabladense (“es fácil ser progresista para los que vivieron toda su vida en Barrio Martin y jamás metieron una gamba en un potrero del Sur Local ni fueron sistemáticamente perseguidos por ser grandes bestias castañoclaro del Barrio La Sexta” dice el jeguelianismo de derecha de Tablada) planea vengarse de esa Invasión: el Aluvión Zoológico en la biblioteca de su madre. Por eso estamos planeando lanzarlo al mercado como “El Cucurto-Blanco”. Según Deleuze o algo así el hombre adulto occidental no tiene devenir, sólo le queda hacerse mujer niño o animal escribiendo. Pero la “Cucaracha Blanca” ya fue inventada (O.L.). ¿Es posible más fascismo experimental? Por lo menos un “artista” puede hacer del fascismo algo experimental.
¿Qué se siente siendo gobernado por una jegueliana de izquierda? Espero que no se lea como un aporte a los intereses generales de la Fundación Hannah Arendt. Que Stirner nos salve.
Hegel final:
"El hombre tiene su verdadera vida esencial en el estado, en las ciencias y demás conocimientos, en el combate y en la lucha con el mundo exterior y consigo mismo... El verdadero lugar permanente de la mujer es la familia... Por supuesto, es posible educar a las mujeres, pero lo cierto es que sus mentes no pueden adaptarse a las ciencias superiores, la filosofía o ciertas artes creativas, que exigen la facultad de abarcar lo universal. Las mujeres pueden tener buenas ideas, buen gusto y elegancia, pero les falta el talento para el ideal. Hombres y mujeres difieren de manera parecida a como lo hacen los animales y las plantas. Los hombres y los animales se corresponden, como ocurre con las mujeres y las plantas, pues las mujeres se desarrollan más plácidamente y siempre retienen la amorfa unidad indeterminada de sensación y sentimiento. Cuando las mujeres ejercen control sobre el gobierno, el Estado corre peligro, pues ellas no actúan según las normas de la universalidad, sino que están influidas por inclinaciones y opiniones aleatorias".
