[Cómo no parecer intelectual. Algunas sugerencias en indumentaria]
En mis antiguas “Obras Inmortales” de Oscar Wilde – casi Obras Completas – traducidas por Alfonso Sastre, impresas en Madrid en lejana edad incierta, algunas de cuyas páginas en blanco – papel de Biblia – recibieron esos conocidos usos non sactos pertinentes en reuniones adolescentes nocturnas (¡¡faso!! ¡¡faso!!), se encuentran unas pocas páginas conocidas en nuestra jerga como “Frases y filosofías para uso de la juventud”. En una página web di con su probable reproducción en lengua original (Bibliographic Notes: First published in the 1894 December (and only) issue of the Oxford student magazine The Chameleon.). Wilde se lee en la primera juventud y lo abandonan quienes buscan el cable a tierra de adaptarse a su época, de ser contemporáneos de sí mismos como dicen que dice Hegel. (… O decía.) Ya quién pierde el tiempo en brulotes lanzados centuria y media atrás, ya nadie ríe de los repentismos de Quevedo. Vicios que podrían arruinar la justeza de tu estilo generacional. Cierto, el Oscar ya no era joven, tenía unos 40 y le gustaban los mancebos más quizá que la literatura (como no hubiera escrito Lamborghini). Pónganle onda, huélanle el gusto a la antigualla; vamos a contrarrestar por un ratito a los aquejados por la industria ontológica del presente.
Hegel: no sos gay friendly.
The ages live in history through their anachronisms.
One should always be a little improbable.
Nothing that actually occurs is of the smallest importance.
[1- Las eras existen en la historia por su anacronismo. 2- Uno debería ser siempre un poco improbable. 3- Nada de lo que actualmente ocurre tiene la menor importancia.]
[Sí, yo también empilcho así ¿cuál es?]