30/8/08

Aira ¡De Acá!



(César Aira. “Las aventuras de Barbaverde”. Mondadori. 2008)




La nueva novela de César Aira vuelve a tirar el ancla en nuestra ciudad de Rosario.
¡Llorá Córdoba, llorá!

Gombrowicz escribe la gran novela argentina. Bueno, Aira escribe las grandes novelas rosarinas, es un hecho. Yo no leo escritores rosarinos, pero, bueno, es un hecho que Aira es el mejor. Aira es el Hudson el Lautréamont el Conrad de la literatura rosarina. No escribe en rosarino, nadie escribe en rosarino; escribe un castellano nacional, tampoco escribe en Rosario. Suele publicar en Rosario. En Rosario, la BCN argentina, o en Barcelona la Rosario francesa. Digo española. Es el Cortázar rosarino mejor. Hay un propósito solapado en C.A.: contrarrestar a Fontanarrosa. Y obligar a que las profesoras de Humanidades y Artes de la calle Entre Ríos vayan acopiando llaves para su futura estatua, que sustituirá a la del Trinche. Ah no, la del Che. Del Che era. Y sí, el rosarino – garca en su corazón, si es abogado, comerciante o burócrata – cuando se asoma al barro del arte, es medio ingenuo, además de piola. Y campo orégano para la mirada porteña, tan paternal para con sus hermanitos de la Segunda, la Baires lenta, la Buenosairesita de descanso. Ese Interior sin Interior que tanto les gusta. Es que Aira puede escribir de Rosario lo que Fontanarrosa nunca hubiera podido escribir. La Rosario invisible a Roberto. Del Inodoro Pereyra al Mingitorio Duchamp. Aira emprende la tarea de desentrañar el misterio de Rosario: ninguno. ¿Qué quiero decir? No lo diré. Amago algo: da la sensación de que Rosario es una mini Buenos Aires en la que en general nunca pasa niente. Pero Aira descubre que pasan muchas cosas, casi todo; e indirectamente… tiene razón (: fines del mundo y del universo, excepciones rotundas a las leyes universales de la física, o de la consistencia narrativo-argumental: ¡es la Tlon airaina!). Aira descubre en Rosario unos biotipos inabarcables por cualquier voyeur sorianósico, profesores universitarios absurdos, jóvenes artistas plásticas burguesas de vanguardia, estudiantes de letras quedos y apocados que terminan escribiendo en el diario local, hordas de semianalfabetos drogones multibecados por instituciones locales para hacer sus masters en el exterior, ¡y sí! Aira es un verdadero colonizador, en sentido se diría etimológico, es un descubridor de una Rosario. De la Rosario airaiana. ¡Existe! ¡Existe! Binner le dio el Honoris Causa a Sabato. Lifschitz, chicas Viterbo… ¡ya es hora no!



-La vulgaridad es un lujo-

Susvín... rompió


Foro fáustico-Kitsch de miseria a la filosofía, viveza epistemológica, patafísica nacional popular, metafísica nazianal pop, crítica en estado clínico, antipsicoanálisis en pantuflas, boludeces con criterio empirista de significado cognoscitivo, dadaísmo tragicómico, popestructuralismo de protesta, poemas platónicos, deconstruccionismo chabón, tango rolinga, paranoia ontoteológica, solipsismo de izquierda, falogocentrismo a martillazos, martillazos al falogocentrismo, esquizoanálisis microfascista, fenomenologías del transmundo, freudomarxismo new age, pragmatismo del reviente, pensamiento poco, yoísmo ayoico al pedo, hedonismo allende el principio del placer, diogenismo del doble discurso, cristianismo con Sade, say no more sin Tractatus, partuza del pensamiento abstracto, vitalismo funebrero, antifilosofía antipoética, surrealismo silogístico, peronismo gorila, menemismo progre, palo a la argentinidad y argentinidad al palo, rocanrol ello, existencialismo menefrego, hegelismo anarcodeseante, cross en la mandíbula a Kant.




Un idiota que reclama que le sea reconocido un saber...