Chicas de Letras: no se dejen engañar por Piglia.
La versión “argentina” del Ferdydurke, anotó Ricardo Piglia, parece una lengua futura y una cruza de los estilos de Arlt y Fernández. “En cuanto a Macedonio Fernández – cito textualmente al mitómano y susomentado crítico nacional (o ficcional, es lo mismo) - habría que decir que es el único escritor argentino con el que realmente se encuentra Gombrowicz. De hecho Macedonio es el primero que da a conocer un texto de Gombrowicz en español. En 1944 publica en su revista Los papeles de Buenos Aires, el relato `Filifor forrado de niño´ de Ferdydurke. ¿Se habrán visto Macedonio y Gombrowicz? En aquellos años los dos vivían aislados, en pobrísimas piezas de pensión, seguros de su valor pero indecisos sobre el futuro de sus obras. En más de un sentido eran, el uno para el otro, el único lector posible. Se puede suponer casi con seguridad que Macedonio leyó Ferdydurke porque aparecen referencias a la novela en uno de sus papeles inéditos. Y en cuanto a Gombrowicz era sin duda el único lector posible del Museo de la novela de la Eterna; el único, quiero decir, a la altura del proyecto macedoniano”.
Quisiera contrariar el optimismo de Piglia. La idea de juntar a Macedonio con Gombrowicz es pavorosa. Es probable que Obieta, hijo y Brod de uno y promotor y ocasional editor del otro, lo supiera. Mucho peor que juntar a Spinetta con Charly. Desde ya.
Macedonio era el Maestro Yoda. Y Gombrowicz el Guasón. No fue necesario ningún meeting, sino más bien lo contrario, para que ese encuentro ocurriera. Metafísica & Forma. Esa mezcla ya es la literatura nacional. Piglia puede pensarla. Otros más bien la hacen.